Los investigadores realizaron un experimento con ratas que demostró que su memoria olfativa se fortalecía cuando los olores detectados el día anterior se repetían durante el sueño. Para llegar a esta conclusión el equipo de científicos entrenó a un grupo de ratas para que reconocieran los olores a través del condicionamiento. Así, descubrieron que cuando se producía un refuerzo de olor durante el sueño, los recuerdos de las ratas se hicieron más profundos incluso que cuando estaban despiertas. Por el contrario, cuando las ratas fueron expuestas durante el sueño a un patrón de olor que no conocían, acabaron con recuerdos falsos de muchos olores diferentes.
“Nuestros resultados confirman la importancia de la actividad cerebral durante el sueño para la fuerza y la precisión de la memoria; creemos que durante el sueño de ondas lentas, las neuronas del cerebro se comunican entre sí, y al hacerlo, fortalecen sus conexiones, lo que permite el almacenamiento de información específica”,
afirma Donald A. Wilson, profesor en los departamentos de Psiquiatría Infantil y Adolescente y Neurociencia y Fisiología de Langone y autor principal del estudio.
Este descubrimiento, publicado en la revista Journal of Neuroscience, es el primero en demostrar que la precisión de la memoria se ve alterada durante el sueño de onda corta.