A mediados de septiembre el hielo marino en el Océano Ártico alcanza su mínimo anual. Hace poco ha batido el registrado en 2007, que ostentaba el récord absoluto desde 1979, año en que comenzaron las mediciones por satélite, según ha anunciado el NSIDC, organismo encargado de hacerlas.
"esto no es la variabilidad natural del clima. Esto es cambio climático verde y con asas, es lo que la Convención de Naciones Unidas define como ‘cambio climático peligroso’. Mientras, estamos enfrascados en discusiones semánticas".
Sin embargo, no está nada claro que esta situación carezca de precedentes, incluso cercanos. Por ejemplo, en las expediciones del submarino USS Skate en 1958 y 59 se encontraron aguas abiertas en el Océano Artico tanto en verano como en invierno. De hecho, el submarino rompió hielo de aproximadamente medio metro de espesor muy cerca del Polo norte, según afirma James Hester, miembro de aquellas expediciones.
Además, la fijación con el hielo en el Océano Ártico contrasta con la escasa atención que recibe la cantidad de hielo del Océano Antártico, que durante los años de
"cambio climático peligroso"
no ha hecho sino crecer, según indica el mismo NSIDC, que mide ambas variables. El récord actual tuvo lugar en 2007, pero la tendencia sigue siendo positiva.