El ciberplagio se ha convertido en uno de los tipos de plagio más habituales entre los estudiantes. Siete de cada diez alumnos universitarios admiten haber copiado fragmentos de textos o textos completos al menos una vez durante sus estudios, según un estudio realizado por María Isabel Domínguez-Aroca, jefa de las bibliotecas del área de Ciencias y Ciencias de la Salud de la Universidad de Alcalá de Henares. Según Domínguez-Aroca, nueve de cada diez estudiantes utilizan la Red para documentarse, y el universitario en general no se siente competente en el uso de las bibliotecas.
En este panorama, la autora señala la necesidad e importancia de que las bibliotecas universitarias incluya en su web información sobre plagio, dando así respuesta a dos realidades: el marco del Espacio Europeo de Educación Superior y su metodología docente, en la que se exige al alumno un abundante número de trabajos y autonomía en su aprendizaje, y formar e informar al alumno del uso ético de la información.
“La biblioteca universitaria tiene la oportunidad de conseguir que en su comunidad exista un conocimiento claro y materiales de autoformación interesantes y efectivos que logren erradicar en lo posible el problema del plagio en las aulas y cultivar la cultura de la honestidad y el esfuerzo, fomentando la innovación y la creatividad para lograr el verdadero conocimiento que debe impregnar la formación del alumno en su paso por la universidad”,
concluye Domínguez-Aroca