Son una excelente alternativa, y presentan la ventaja de no generar contaminación.
Un trabajo desarrollado en la Universidad de Tel Aviv ha dado lugar a la creación de una nueva tipología de plásticos biodegradables, que serían capaces de sustituir al acero y otros materiales empleados en productos de uso diario, con la ventaja de no generar contaminación. Esto podría tener un gran impacto a largo plazo en muchas industrias, incluyendo la fabricación de automóviles, ya que las piezas metálicas empleadas en los rodados podrían reemplazarse por piezas de plástico.