Estaban en una momia de 5.000 años de antigüedad, y han sido detectados gracias a la nanotecnología
Científicos alemanes e italianos han descubierto, dentro de una momia llamada Ötzi, la muestra de sangre más antigua que conoce la ciencia moderna. Ötzi es una momia de glaciar de 5.000 años de antigüedad, que fue descubierta por accidente en 1991 por un par de turistas en los Alpes de Ötztal, en la frontera entre Austria e Italia. Las muestras de sangre fueron detectadas gracias a la nanotecnología, en una herida de la espalda de la momia, ocasionada por una flecha.