sábado, 3 de octubre de 2009

Una inyección sustituirá el trasplante de médula

Los trasplantes de médula ósea podrían ser sustituidos por una técnica más sencilla: la inyección de células madre inducidas (conocidas por las siglas iPS). El último descubrimiento del equipo del científico español Juan Carlos Izpisúa, del Centro de Medicina Regenerativa de Barcelona, permitirá en un futuro que el engorroso procedimiento que hoy en día se utiliza para tratar de curar leucemias, anemias y otras enfermedades de la sangre, se sustituya por la simple inyección de células madre de cordón umbilical “reconvertidas” en células madre.
En un estudio que pública hoy la revista “Cell Stem Cell”, el equipo de Izpisúa demuestra que las células de cordón umbilical pueden reprogramarse en el laboratorio para convertirlas en células madre y, por tanto, usarse después para curar enfermedades. “Como las células madre reprogramadas tienen una cierta memoria de la célula de la que proceden, pensamos que su aplicación lógica sería en enfermedades de la sangre”,
El principal inconveniente de los trasplantes de médula ósea es que su éxito depende del número de células que se trasplante y “muchas veces lo que hay congelado en un banco o lo que un hermano puede donar a otro no es suficiente”. Este problema lo solventarían las células madre, cuya caracterísitca es su capacidad de reproducirse indefinidamente. “Con los bancos públicos de cordón umbilical actuales dispondríamos de células compatibles con el 90 por ciento de la población”, reconoce Izpisúa. Es decir, tal y como ocurre ahora, cualquier persona que necesitara un trasplante podría recurrir a estos “almacenes” de células.
Curar lo incurable
Las células madre, provengan de donde provengan, son la gran esperanza para curar enfermedades sin solución. La ventaja de estas células es que son capaces de transformarse en otros tipos: del corazón, del cerebro, de la médula espinal o del hígado, por citar algunos ejemplos, y reparar órganos dañados por infartos, accidentes o tumores. El organismo embrionario es la principal fuente de células madre, pero su utilización plantea problemas éticos. El cuerpo humano adulto también posee células madre, pero en menor cantidad. La tercera fuente de células madre serían estas iPS, que no son más que células “comunes” manipuladas en el laboratorio para tener las características de una “madre”.
Hasta ahora, los investigadores habían obtenido células madre iPS de células “comunes” del pelo y la grasa. Pero la transformación de células de cordón umbilical en las todopoderosas células madre inducidas tiene tres grandes ventajas: que se pueden obtener sin causar un daño al donante -porque se almacenan en bancos de cordón umbilical- y que al ser de recién nacidos están “más sanas” que las que se logran del adulto. Por último, es más difícil que causen rechazo en el receptor. Sin embargo, aún queda mucho camino por delante hasta que el hallazgo. El principal reto es conseguir que las células iPS obtenidas del cordón umbilical sean seguras para el receptor y no le causen otras enfermedades.
El equipo de Izpisúa es uno de los pioneros en el mundo en esta técnica que podría ser la base de la medicina del futuro, cuando en lugar de con fármacos, muchas enfermedades se curen con nuestras propias células. Sin embargo, el científico recuerda que “desde España deben darse cuenta de que tenemos que apostar por esta tecnología en la que somos pioneros y darle capital”. Aunque Izpisúa prefiere no pronunciarse sobre las quejas de los científicos españoles acerca del recorte de los presupuestos a la espera “de ver cómo se resuelve”, confía en que haya financiación “para marcar la diferencia y que nuestros competidores -en el campo de las iPS, Japón- no nos superen”.