jueves, 26 de agosto de 2010

Localizan la neurona del miedo


El nuevo estudio, publicado este miércoles en 'Neuron', demuestra que decidir si moverse o no al sentir terror es una tarea más compleja de lo esperado. Para realizar este trabajo, los investigadores utilizaron una innovadora técnica fármaco-genética para controlar la actividad de células específicas del cerebro -las células tipo I, situadas en la región cerebral de la amigdala y responsables de la respuesta al miedo- de ratones genéticamente manipulados para que sólo estas células tuvieran un receptor químico para un fármaco específico, la atropina.
Cuando los autores del estudio inyectaban a los ratones ese fármaco, la sustancia actuaba sobre el mencionado receptor, bloqueando la actividad eléctrica de estas células, lo que permitía a los investigadores descubrir cómo estas células estaban implicadas en el control del miedo.
Para medir esta sensación en el grupo de ratones, los científicos les entrenaron para asociar un sonido a un desagradable 'shock'. Así, cuando los ratones escuchaban ese determinado sonido, ellos se paralizaban de terror.
Según el investigador Cornelius Gross, líder de este estudio en el EMBL, "cuando inhibieron estas neuronas, no fue sorprendente ver que los ratones dejaron de paralizarse, porque eso era lo que se esperaba que hiciera la amígdala. Sin embargo, fue sorprendente que los animales hicieran un montón de otras actividades distintas en su lugar, como levantarse sobre dos patas o adoptar otras conductas para valorar el riesgo".
"Parecía que no estuviéramos bloqueando el miedo, sólo cambiando la respuesta de los animales de una actitud pasiva a una estrategia activa. Esta reacción de la amigdala no es para nada la que se esperaba", insiste.