jueves, 17 de septiembre de 2009

Badenes sólo para infractores


Neumático reciclado, caucho y, sobre todo, mucho ingenio son los elementos fundamentales de una solución que aminora el desgaste de los vehículos que producen los badenes, los golpes y lesiones en bordillos de piscinas, y hasta proporciona una alternativa energética que sustituye a las placas solares habituales de los tejados. «Los continuos saltos que sufrimos los conductores al pasar los badenes limitan la velocidad y desgastan la amortiguación. Proponemos otra posibilidad que evita estos problemas y, al mismo tiempo, es ecológico», explica José Antonio Aguilera, promotor de Insosur, la empresa responsable de esta línea de productos.
A éste, en concreto, le han dado el nombre de «Hidroresalte» y consiste en un dispositivo reductor de velocidad inteligente constituí do por varias bandas de material flexible, colocadas en la calzada de forma transversal a la marcha de los vehículos (como los tradicionales) conformando unas cámaras huecas que se llenan de un fluido y que están comunicadas entre sí por un conducto calibrado que permite el paso controlado del fluido de la cámara sobre la que se sitúa cada rueda del vehículo hacia las adyacentes. «Si el conductor respeta los límites de velocidad al sobrepasar el hidroresalte no lo notará ya que a medida que las ruedas pisan la banda se va desplazando a las cámaras colindantes y se produce un hundimiento de la banda por la zona en la que pisan las ruedas constituyendo un pequeños obstáculo al paso del vehículo – que los ocupantes apenas notan–», dice Aguilera.
Compensar
Sin embargo, añade, si la velocidad del vehículo es elevada, el fluido no tiene tiempo a pasar a las cámaras adyacentes a las pisadas por las ruedas y se produce un hundimiento sensiblemente menor, con lo cual la banda constituye un escalón de mayor altura, que provoca un salto del vehículo que le advierte del exceso de velocidad. Este sistema de compensación de presión por fluidos tiene una aplicación similar en las llamadas «almohadillas neumáticas». Un elemento desarrollado por Juan Antonio Aguilera y sus colaboradores: Pedro Sánchez, diseñador industrial y José Manuel Quintana, economista, los tres autóctonos de Málaga. Quizás por eso, también han querido dar solución a los problemas que sufren los costaleros en la Semana Santa, gracias a «las “almohadillas neumáticas” permiten que se reparta mejor el peso sobre los diferentes costaleros o porteadores, neutralizando las diferencias de estatura existente entre ellos o las irregularidades del terreno», dice Aguilera. Otra de las aplicaciones es el de paliar el peligro que suponen los duros bordillos de las piscinas para los juegos de los más jóvenes. «Hemos diseñado uno que sustituye a la losa. Está fabricado de caucho, con lo que se amortiguan los golpes y caídas y, al mismo tiempo, está dotado de un sistema que absorbe el calor y lo revierte a la temperatura del agua de la piscina aumentando su calor en dos o tres grados», concluye Aguilera