Dicen que la única diferencia entre un niño y un adulto es el precio de los juguetes.
Pero lo cierto es que a veces más de un adulto querría poder utilizar los mismos juguetes que los niños incluso si tuviera que pagarlos más caros. Puede ser el caso de este híbrido entre parque acuático, pista de carreras y fuente de la Alhambra que permite a los niños (y a todo aquel adulto que quepa en una de las dos calles) deslizarse hasta la meta compitiendo mientras se refrescan.
Una vertiginosa carrera de 5 metros de longitud termina en un imponente chapuzón y por una vez cambiarás la expresión “que tu oponente muerda el polvo” por otra más apropiada como “mojarle la oreja”.
Son esos 5 metros deslizándote por uno de los dos carriles de esta atracción acuática y veraniega los que te separan de la meta. Tras tomar impulso y lanzarte sobre el plástico, mientras una sucesión de chorros de agua mantiene húmedo tu camino, tan solo te resta agradecer al invierno que tu provisión de alimentos ha dotado tu tronco de un abdominal (sí, uno solo… pero muy mullido y confortable) que te servirá de eficaz patín.
Los dos carriles cuentan cada uno con su propio túnel de surtidores de agua y gracias a que el material de este circuito estival es resistente a los rayos UV podrá resistir varios veranos bajo el sol..
