viernes, 11 de mayo de 2012

Fabrican una hoja artificial que produce energía emulando la fotosíntesis

Científicos del MIT desarrollan un dispositivo autónomo y barato, que podría suministrar electricidad a zonas remotas o empobrecidas.
Investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en Estados Unidos, han conseguido desarrollar una “hoja artificial”. El dispositivo imita la fotosíntesis vegetal, generando energía a partir de la luz solar y del agua.
Daniel G. Nocera, profesor Henry Dreyfus de Energía del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en Estados Unidos, ha conseguido desarrollar la primera hoja artificial con verdaderas aplicaciones prácticas (por su coste), todo un hito en la consecución de una fuente autónoma de energía sostenible.

De nuevo la tecnología observa a la naturaleza y aprende de ella, para generar dispositivos con propiedades sorprendentes.
En este caso, y según publica la American Chemical Society en un comunicado, lo que se ha fabricado es un aparato que imita la fotosíntesis, es decir, el proceso que realizan las hojas de los vegetales para convertir el agua y la luz del sol en energía.
El secreto custodiado por las plantas
Daniel G. Nocera explica que el concepto de hoja artificial responde a la visión de un famoso químico italiano que, en el año 1912, predijo que, algún día, los científicos descubrirían el “secreto custodiado por las plantas”.
Según Nocero, el elemento más esencial de dicho “secreto” es el mecanismo por el que las plantas dividen el agua en oxígeno y en hidrógeno.
La hoja artificial cuenta con un colector de luz solar situado entre dos películas que generan oxígeno y gas hidrógeno.
Cuando la hoja es introducida en una jarra de agua situada bajo el sol, produce burbujas, desprendiendo hidrógeno.
Este gas puede usarse, a su vez, en células de combustible (dispositivos electroquímicos de conversión de energía, similares a las baterías) para generar electricidad.
Dado que estas “hojas” constituyen unidades autónomas (no precisan de cables), podrían resultar muy útiles para generar combustible para la producción de electricidad en zonas remotas y en países en vías de desarrollo.