martes, 29 de julio de 2014

Comienza la guerra contra el navegador anónimo Tor

Edward Snowden dijo de esta red que,
"cuando de proteger la privacidad se trata, es una de mis herramientas favoritas".
La utilizan desde disidentes políticos hasta víctimas de violencia doméstica. Y la propia Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de EEUU aseguró en un documento confidencial publicado el año pasado por el periódico The Guardian que en el terreno de la seguridad virtual
"es el rey" y no tiene "rivales por el trono".
The Onion Router (Tor) es una red de comunicaciones que pone el énfasis en el anonimato de sus usuarios. El programa, que puede descargarse en el sitio web de Tor Project (www.torproject.org), distribuye los datos del usuario a través de varios servidores, lo que hace muy complicado rastrear quién eres o dónde estás. Tor, además, elimina también las conocidas como
"huellas digitales",
de forma que no se puede seguir la historia virtual de quienes la utilizan.

En un momento en el que las cuestiones relacionadas con la privacidad están más de actualidad que nunca, es fácil entender el atractivo de este sistema. Esta red protege la identidad de los usuarios que no quieren que se les identifique y se les rastree a través de internet, al igual que la de los operadores de servidores que ofrecen esos servicios ocultos. Sin embargo, al estar más protegida de la visibilidad pública lo cierto es que sirve también como refugio para actividades ilegales, tanto pornografía infantil como comercio de drogas o de armas, por poner solo algunos ejemplos.

Por estos y otros motivos cada vez son más los países que le están declarando la guerra a esta red. A principios del mes de julio un juez en Austria dictaminó que todas las operaciones que se lleven a cabo a través de Tor constituyen una ofensa criminal y, por lo tanto, un acto delictivo. Por su parte, hace pocos días el gobierno ruso ofreció casi 4 millones de rublos (alrededor de 100.000 dólares) a quien sea capaz de idear una forma de descifrar los datos enviados así como los de los usuarios de Tor debido al incremento de su uso.

Hay que recordar en este sentido que ya en abril el presidente Vladimir Putin denominó a internet
"un proyecto especial de la CIA".

Pero no han sido los únicos que están librando una batalla contra esta red con el pretexto de salvaguardar la seguridad nacional. Otros países como Egipto, China, Irán, Arabia Saudí o Libia llevan tiempo luchando para borrarla del mapa de internet. O por lo menos, en sus fronteras.

La pregunta que se hacen ahora muchos es: ¿es posible desvelar los datos y mensajes de los usuarios de Tor?

El uso de Tor se dispara tras el conflicto de Ucrania
Daniel Creus, analista de Kaspersky, lo tiene claro:
"Tor no es infalible. La muestra la tenemos en los documentos de Snowden en los que desveló que la NSA tenía proyectos que eran capaces de identificar a algunos usuarios".

Según distintas fuentes la NSA dispone de un software conocido como Xkeyscore capaz de filtrar los datos de los usuarios en internet y clasificarlos como extremistas o simples navegantes. Ni que decir tiene que los primeros son usuarios de redes como Tor o Tails. Algunos medios van un poco más allá y aseguran que la NSA también está investigando a aquellos usuarios que buscan información sobre estas dos redes o simplemente navegan por otras sospechosas.
Del 2 al 7 de agosto próximo se celebra en Las Vegas la conferencia Black Hat en la que se esperaba una charla titulada:
"Tú no necesitas ser la NSA para identificar usuarios".
Esta charla trataba sobre una brecha de seguridad en Tor pero por razones desconocidas ha sido finalmente retirada. Alexander Volynkin y Michael McCord eran los encargados de hablar al público sobre cómo se puede identificar quién está navegando por esta red.

Tor, al igual que muchas tecnologías, es un arma de doble filo. Por un lado ayuda a internautas a escapar de la censura impuesta por los gobiernos, pero por otro otorga anonimato a personas que cometen delitos como aquellos que trafican con drogas o promueven la pornografía infantil.

En este sentido, la red ya fue acusada en Texas de dar cobijo a sitios web cuyos usuarios subían imágenes y otra clase de material pornográfico sin el consentimiento de los que aparecían en ellas.

Pero los expertos avisan: los delitos son los mismos que los del resto de mortales.
"Los delitos que se cometen en Tor son iguales que los del resto de internet. Lo que sucede es que perseguirlos en esta red es más complicado",
ha añadido Creus.

Pero, ¿podría ser que algunos países tengan intereses ocultos tras esta guerra más allá de poner coto a determinados delitos? En el caso de Rusia, por ejemplo, el uso de esta red se ha incrementado precisamente tras el conflicto de Ucrania. Además, desde el pasado mes de abril una nueva normativa obliga a todos los bloggers a registrarse en una lista oficial.

"Que los usuarios naveguen de forma anónima no es peligroso. Es más, debería ser un derecho. Pero si lo piensas, la mayoría de países que han puesto trabas a Tor no son precisamente los que más defienden los derechos humanos sino los que están interesados en que no se publique cierta información",
ha concluido el analista de Kaspersky.