jueves, 17 de abril de 2014

El MIT idea una planta nuclear flotante capaz de resistir tsunamis

El MIT va a presentar oficialmente una propuesta para construir una planta nuclear capaz de resistir terremotos y, sobre todo, tsunamis. La idea: crear una planta flotante a varios kilómetros de distancia de la costa, lo suficientemente lejos como para no verse afectada por las olas gigantes que crearía un tsunami como el que destrozó la planta de Fukushima en 2011.


Cuando ocurrió el desastre de Fukushima, el culpable principal de la alerta radioactiva y desastre posterior no fue directamente la intensidad del terremoto o el impacto del tsunami. Fueron en realidad los problemas con el sistema de enfriamiento de los reactores, inutilizado al quedarse la planta sin electricidad por el terremoto. Si hubiera habido una forma rápida y efectiva de enfriar los reactores tras los destrozos, aseguran los expertos, se hubiera limitado muchísimo el desastre nuclear.

Esa es justo la idea de partida que ha llevado a Jacopo Buongiorno, profesor de ciencia nuclear e ingeniería en el MIT, y a un grupo de investigadores, a crear un diseño alternativo de planta nuclear que solvente esos problemas. En lugar de construirlas en tierra, su propuesta es instalarlas a varios kilómetros mar adentro. La construcción se realizaría en la costa, en un astillero especializado y, a su finalización, se movería mar adentro. La central se conectaría con tierra firme mediante una línea de transmisión eléctrica subterránea.

Según Buongiorno, la principal ventaja de este diseño es que soluciona el mayor riesgo de una central nuclear en caso de emergencia: el sobrecalentamiento (y potencial destrucción) de los reactores nucleares. Ocurrió en Fukushima y en Chernóbil. Con una planta en mitad del mar teóricamente este problema está resuelto, ya que los reactores estarían, literalmente, sumergidos bajo el agua pero aislados de la misma. Estar rodeado de agua del mar es, en efecto, el mejor sistema de enfriamiento posible.

La idea de instalar una planta nuclear offshore, alejada de la costa, similar a una explotación petrolífera, no es nueva. Rusia lleva un tiempo trabajando en ello, aunque con un concepto diferente, con plataformas más parecidas a un barco gigante que a una planta convencional. El objetivo es el mismo. De hecho Rusia espera que su primera planta nuclear flotante esté operativa en 2016.

La idea del MIT, según Buongiorno, es más segura porque combina dos tecnologías de sobra conocidas y probadas: reactores nucleares y plantas petrolíferas en alta mar. Incluso si se produjera un accidente, explica, no habría necesidad de evacuar a la población en tierra como ha ocurrido en anteriores desastres nucleares.

Lo que de momento no explica en detalle Buongiorno en los documentos publicados hasta ahora es cómo se gestionaría en realidad un posible accidente nuclear, qué impacto tendría en el hábitat marino y, al final, en la cadena alimentaria y el ser humano. Tampoco han dado detalles de momento sobre el coste de semejante diseño, pero varios ingenieros involucrados en el proyecto, no solo del MIT, también de la Universidad de Wisconsin, aseguran que es viable. Tal vez ayude que en la idea está involucrada la compañía Chicago Bridge and Iron, multinacional especializada (sorpresa) en la construcción de plantas petrolíferas offshore.

Cuando la idea se presente en el simposio Small Modular Reactors, conoceremos más detalles.