martes, 22 de noviembre de 2011

Una novedosa y económica tecnología convierte el calor residual en electricidad

Permitirá aprovechar, de manera eficiente, el caudal energético desperdiciado por dispositivos del hogar, fábricas, centrales eléctricas y vehículos
Ingenieros y científicos de la Universidad de Oslo han realizado un nuevo avance en el campo de la termoelectricidad que permitirá aprovechar el calor residual producido por dispositivos del hogar, fábricas, centrales eléctricas y vehículos para generar electricidad de manera económica y eficiente. Con este sistema, podría aprovecharse el importante caudal energético desperdiciado en diversas actividades humanas, que actualmente supera en un 50% el consumo de energía.
Mayor recuperación de energía
Con las tecnologías actuales en termoelectricidad, es posible recuperar apenas el 10% de la energía perdida. El equipo de ingenieros y científicos trabaja en la búsqueda de materiales de bajo coste y libres de contaminación capaces de recuperar el 15% de todas las pérdidas de energía. Según los expertos, la nanotecnología podría brindar varias de las soluciones necesarias en este campo. La termoelectricidad se constituiría de esta forma en una tecnología simple y flexible, capaz de utilizarse con todas las fuentes de calor, incluyendo a la energía solar y a la energía geotérmica. Según Ole Martin Løvvik, uno de los especialistas que participan de esta investigación,
“los únicos límites para esta tecnología están en nuestra imaginación”.
En primer término, el nuevo enfoque tecnológico será incorporado en generadores termoeléctricos para su uso en automóviles. Varios fabricantes de automóviles ya están interesados en el desarrollo, como General Motors, compañía con la que Løvvik y sus colegas ya han establecido conversaciones. ¿Cómo funcionaría la aplicación en este caso? Cubriendo el sistema de escape del automóvil con placas termoeléctricas, el calor del vehículo podría aumentar la eficiencia del coche en casi un 10%. Sin lugar a dudas, este enfoque podría generar una verdadera revolución en la industria automovilística. De manera similar, las neveras y refrigeradores podrían ser silenciosos y tener la posibilidad de mantener diferentes temperaturas en cada compartimento, gracias a la aplicación de la termoelectricidad en estos artefactos. Estos son solamente algunos ejemplos de la amplia cantidad de aplicaciones que podría tener este nuevo desarrollo.