lunes, 8 de abril de 2013

Los tres pasos que borrarán todo rastro de tu existencia digital

La información personal en internet es un bien que ha de gestionarse con cuidado. Lo que puede conseguir un trabajo o un reencuentro con un amigo de la infancia, también puede hundir una carrera para siempre. Es por eso que muchos profesionales están optando por desaparecer de la red, renunciando a las ventajas en favor de eliminar una potencial fuente de quebraderos de cabeza.
Antes de empezar a borrar un rastro digital debes saber que se trata de un proceso farragoso que puede alargarse en el tiempo. Esto es así porque ninguna empresa quiere prescindir de un cliente que ya está en su base de datos. Si no se dispone de tiempo -o ganas-, existen empresas que lo harán por ti por un monto que oscila entre los 200 y los 200.000 euros, según casos, aunque la media se establece en 90 euros.
Uno puede pensar en atajar reclamando a Google la eliminación de todos los resultados que incluyan tu nombre. Es mejor olvidarlo, eso no sucederá. Quizá consigas que no indexen alguna información del Boletín Oficial del Estado o similares, nada más. Quien ha de retirar el contenido es quien lo publicó y no quien le da visibilidad, de modo que es necesario ir uno por uno. En el caso de que una empresa se niegue a darte de baja siempre queda recurrir al amparo de la Agencia de Protección de Datos.
Antes de detallar los pasos para la eliminación de los datos cabe señalar una salvedad: es solo válido para personas anónimas. Los comentarios, noticias u opiniones sobre las personajes públicos, siempre que no incurran en delito, están protegidos por las libertades de expresión e información, recogidos en el capítulo 20 de la Constitución Española.
1. Sal de las redes sociales
Ha de ser la primera de las acciones. Ingresa en las cuentas que tengas en Facebook, Instagram, Flickr o Twitter y asegúrate de establecer todas las opciones con la máxima privacidad. Dejarán de ser 'sociales' para ti, si bien tus datos serán opacados para el resto de miembros de la comunidad. Un método intermedio pasa por desactivar la cuenta, pudiendo así recuperarla en otro momento. No obstante, lo más adecuado sería dar de baja la cuenta y solicitar a los administradores por escrito el borrado de tus datos.
No olvides desetiquetarte de todas las fotos y negociar con sus respectivos autores la retirada del contenido. La información no desaparecerá por arte de magia, debes tener paciencia e insistir si después de unos días sigue estando accesible.

2. ¿Has escrito algo?
Los contenidos publicados tienen una gran preponderancia en Google. Haz memoria. ¿Publicaste un blog? ¿Colaboraste con alguna publicación? ¿Opinaste con tu nombre real en algún foro público? Todo esto es susceptible de salir a la luz en el futuro y ha de ser eliminado si los datos pueden comprometerte.
Es muy fácil dar de baja un blog (si no recuerdas la clave, busca en el correo electrónico), pero no tanto de una noticia o columna firmada. Por norma general los medios de comunicación se muestran reticentes a eliminar entradas de su archivo, sobre todo si éstas no se demuestran incorrectas. ¿Qué solución queda? Identificar las informaciones que realmente nos puedan perjudicar y llegar a un acuerdo con las distintas publicaciones. En este apartado una asesoría legal puede ayudar a resolver el conflicto a tu favor, especialmente si la información es errónea o desfasada.
3. Búscate en Google
Los pasos anteriores están enfocados a borrar su actividad, pero aún queda la de terceros. Para conocerla, basta con introducir tu nombre en Google entrecomillado. En primer lugar clasifica el contenido entre malicioso, inocuo y benigno dado que, a poco que te hayas movido en la red, no podrás acabar con todos los enlaces y menciones. Contacta con los administradores facilitándoles una copia de tu DNI para probar que eres la persona aludida.
En muchos casos no obtendrás respuesta, sino que los datos desaparecerán como por arte de magia. Esto suele suceder en un plazo de entre tres y ocho días. Lo ideal sería repetir este proceso con los demás buscadores hasta conseguir el efecto deseado.
Por último algunas informaciones, sobre todo comentarios, te será imposible ponerlos fuera de circulación. En estos casos el 'modus operandi' de las empresas que se dedican profesionalmente a 'limpiar' perfiles consiste en inundar el apunte negativo con decenas de comentarios positivos. Ya conoce el dicho: lo que no sale en la primera pantalla de Google, no existe.
Con estos pasos su huella en internet, si no ha desaparecido por completo, al menos estará minimizada al máximo. Sea como fuere proceda con celo, ya que si está tratando de ocultar algo que han visto demasiadas personas el efecto Streisand puede ser devastador.