lunes, 8 de abril de 2013

Protocolo Tabata: un entrenamiento tan breve como brutal

El investigador japonés Izumi Tabata, uno de los pioneros mundiales de las Ciencias del Deporte, tiene hoy 56 años. En 1996 realizó la primera investigación en torno a lo que ahora se conoce como entrenamiento interválico de alta intensidad (conocido como HIT, High-intensity interval training, por sus siglas en inglés).
El experimento, en el que participó el equipo olímpico japonés de patinaje de velocidad, sometió a los atletas a un duro ejercicio en el que pedaleaban hasta el límite de sus capacidades en una bicicleta estática durante periodos de 20 segundos, con intervalos de 10 segundos de descanso, durante cuatro minutos. Los atletas se sometieron a este régimen de entrenamiento, que Tabata bautizó como Protocolo IE1, cinco días a la semana, durante 42 días. El investigador japonés observó entonces como el grupo que se había sometido a este entrenamiento aumentó su capacidad aeróbica en un 14%, frente al 10% de otro grupo que, durante los mismos días, había pedaleado durante una hora a un nivel normal de esfuerzo.
La investigación de Tabata fue la primera que puso sobre la mesa las bondades de alternar ejercicio aeróbico y anaeróbico, algo que ha sido probado en decenas de experimentos posteriores. Aunque el protocolo diseñado por el japonés se ha seguido utilizando en algunos gimnasios, y es conocido en el entorno profesional, tras 20 años muchos deportistas fueron abrazando otros métodos de entrenamiento interválico, y el protocolo Tabata cayó en el olvido.
El retorno de Tabata

Cuando Tabata planteó su método de entrenamiento a nivel experimental nunca pensó que éste pudiera extenderse por los gimnasios pero poco a poco el protocolo empezó a circular de boca a boca entre atletas y entrenadores e inspiró todos los entrenamientos interválicos de alta intensidad que surgieron después.
“No esperaba que la gente común quisiera hacerlo”,
ha explicado Tabata a The Independent.
“Estaba un poco incómodo porque es muy exigente, pero si miras en YouTube ves que hay mucha gente disfrutando de él”.
La popularidad inesperada del entrenamiento interválico y, en general, el creciente interés por el fitness, ha empujado al investigador japonés a dejar de lado su trabajo en el laboratorio de la Universidad Ritsumeikan de Tokio para lanzar oficialmente un plan de entrenamiento.
El protocolo Tabata resurgirá ahora adaptado al público amateur de la mano de la multinacional del entretenimiento Universal Pictures, con la que el japonés ha firmado un acuerdo para publicar una serie en DVD (que saldrá a finales de año) y entrenar a una red de instructores que impartan clases oficiales.
Tabata estudió la manera en que la gente estaba adaptando su método para llegar a la conclusión de que, en general, se estaba rebajando la dureza del mismo. En este sentido, y tal como explica en The Guardian, el japonés es muy claro:
“Si te sientes bien después de entrenar es que no lo has hecho adecuadamente. Las tres primeras repeticiones pueden parecer fáciles pero las dos últimas son increíblemente duras. En el plan original el objetivo era llegar a ocho, pero algunos sólo llegaban a la sexta o la séptima”.

Llegando al límite
La clave del protocolo Tabata, que puede realizarse de muchas formas, consiste en conseguir que el bombeo del corazón se mantenga en un ritmo elevado mientras intercambiamos los ejercicios aeróbicos y anaeróbicos. En términos simplificados, el metabolismo propio del ejercicio anaeróbico se desencadena cuando los músculos requieren más combustible del que la respiración puede proporcionar. Y esto hace que gastemos más calorías en menos tiempo. Además, el entrenamiento tiene beneficiosos efectos secundarios. Según el propio Tabata, que planea publicar un estudio al respecto, su protocolo hace que se quemen 150 calorías extra en las 12 horas que siguen al entrenamiento.
Una de las mayores críticas que ha recibido el protocolo Tabata (como el resto de entrenamientos de tipo HIT) es que puede ser peligroso para las personas que no tengan una buena condición física. El japonés, no obstante, cree que todo el mundo puede hacerlo:
“Los principiantes deben empezar a practicarlo con entrenadores especializados, que puedan fijar una intensidad adecuada para ellos”.