Evidentemente hablamos de gente que no ha visto “Tiburón” (Steven Spielberg, 1975). Para los que a pesar de eso no sientan aprensión frente a unas mandíbulas plagadas de afilados colmillos y además tengan unos cuantos billetes que no sepan qué hacer con ellos y además tengan un peculiar gusto estético para decorar su domicilio, una sugerencia puede ser pujar por las mandíbulas de un tiburón más grandes del mundo.
Algo menos de 3.5 metros de ancho y casi 2.5 metros de alto y con 182 colmillos.
Este fósil de Megalodón, el antepasado talla XXL de hace 20 millones de años del actual tiburón,saldrá a subasta próximamente en Texas. Se tardó 16 años en completar el puzzle de piezas que constituye estas aterradoras fauces que puede quedar muy bien como marco de la puerta de acceso a la consulta de un dentista. O de un urólogo.
El Megalodón podía medir 30 metros de largo y algunos de sus afilados dientes podían medir hasta 18 centímetros. El precio de salida para la dentadura del abuelo de los actuales tiburones es de $625.000.
