viernes, 25 de marzo de 2011

Paneles solares flotando en el agua

Eliminan el problema de las grandes extensiones de tierras que se requieren en los parques solares actuales.
Una nueva tecnología desarrollada en conjunto por la firma israelí Solaris Synergy y el grupo francés EDF, en el marco del proyecto Aquasun de Eureka, permitirá la creación de parques solares en superficies acuáticas, con paneles flotantes que captarán la energía del sol sobre el agua. La innovación permite disminuir los costos de producción de esta energía renovable y, al mismo tiempo, elimina la necesidad de contar con grandes extensiones de tierra para este tipo de desarrollos.

Una nueva etapa en el campo de la energía solar podría abrirse con el desarrollo de paneles solares flotantes, los cuales brindarían la posibilidad de poner en funcionamiento parques solares sobre el agua. La nueva tecnología, creada en el marco del proyecto Aquasun de Eureka por las firmas Solaris Synergy (Israel) y EDF (Francia), tiene dos grandes ventajas con respecto a los paneles empleados en la actualidad: no se requieren amplios terrenos para su ubicación y, además, se reducen los costos de producción.
No cabe duda que la energía solar cumple un papel primordial en la búsqueda de opciones energéticas sostenibles, en el camino por disminuir los gases de efecto invernadero y todas las implicancias negativas para el medio ambiente que suponen los combustibles fósiles.
Sin embargo, los sistemas de energía solar se enfrentan en la actualidad a dos grandes inconvenientes, que han frenado un mayor desarrollo de esta fuente renovable. Por un lado, los costos elevados de la fabricación de los paneles solares y, por otro, la necesidad de disponer de grandes extensiones de tierras para poder desarrollar los parques solares.
Las nuevas plantas solares flotantes podrían solucionar estos inconvenientes, según establece una nota de prensa de Eureka y un artículo del medio especializado Science Daily. Terminada la fase de diseño sobre marzo de 2010, actualmente se lleva a cabo la fabricación de un prototipo. La fase de ejecución se iniciaría en septiembre de 2011.
Disminución de costos e impacto ambiental
Además de solucionar la problemática de las tierras requeridas en un parque solar tradicional, la nueva tecnología reduce también en gran medida los costos de los proyectos. Una de las razones es que los desarrolladores lograron reducir la cantidad de células solares utilizadas, gracias a un sistema solar de concentración de energía sobre la base de espejos, que permite mantener constante la cantidad de energía producida.
Por otra parte, las nuevas plantas flotantes emplean células solares de silicio, que son más eficientes, confiables y económicas que las células empleadas en los proyectos convencionales. Para poder utilizarlas se diseñó un nuevo sistema de enfriamiento, que soluciona los habituales problemas relacionados con el sobrecalentamiento que se manifiestan en las células solares de silicio.
Otro punto vital de la nueva tecnología es su carácter modular, que la hace más eficiente y versátil en cuanto a su inserción en el mercado energético. El sistema está diseñado para que en una plataforma solar sea posible reunir la cantidad exacta de módulos necesarios para la potencia deseada. Cada módulo produce una cantidad fija de electricidad (200 kilovatios), y de acuerdo a esto se incorporará un número determinado de módulos hasta alcanzar la producción buscada.
Asimismo, el equipo de investigadores trabajó en el impacto ambiental de las nuevas plantas solares flotantes. Para garantizar el equilibrio ecológico de los ecosistemas submarinos y la vida de plantas y animales, las plataformas estarán preparadas para “respirar” a través de la superficie acuática, logrando que el oxígeno pueda penetrar en el agua. La elección de los materiales empleados apunta en el mismo sentido.