¿Tiene sentido que el ejército del Reino Unido se gaste 500.000 libras en un simulador de paracaídas para sus soldados? Bueno, la verdad es que al final te sale más barato que ir lanzando gente realmente, y encima te aseguras que van a ir con una buena preparación que evite en la medida de lo posible llenar el campo de manchas rojas.
De todas maneras está claro que no hay nada como un salto real y hasta que los reclutas no estén a un paso de lanzarse al vacío realmente no se sabrá como van a reaccionar.
Aún así y por muy ridículo que parezca, este simulador de paracaidismo es el más completo y realista que existe, estando los soldados suspendidos por un arnés y con los mismos mandos que un paracaídas real de los que utilizarán.
El resto del equipo lo forman unas gafas de realidad virtual, un ordenador y una pantalla para que el instructor pueda ver lo que está pasando. A pesar del “realismo” en el control lamentablemente no puede simular una caída libre, a no ser que los monten en una atracción de feria.
La instalación permite entrenar a 8 soldados de manera simultánea en maniobras de control y emergencia, lo cual supone un total de 320 a lo largo de todo el año. Haciendo cálculos, en unos 5 años yo creo que les saldrá rentable, aunque con lo que les ha costado no me explico como a nadie se le ha ocurrido poner unos ventiladores, os puedo asegurar que el aire ahí arriba es muy molesto, a veces, y de paso mosquitos en virutas para ir haciéndoles el paladar al gusto.
