viernes, 9 de marzo de 2012

Japón recurre a los robots contra la depresión posterremoto

En el país de la tecnología, los robots han acudido en ayuda de los afectados por el terremoto y el tsunami que devastaron la costa nororiental de Japón el 11 de marzo del año pasado. Paro, el robot de una cría de foca de pelo blanco y ojos negros, hace las delicias de niños y adultos en la ciudad de Kesennuma (prefectura de Miyagi), donde es utilizado para tratar el estrés y la depresión que sufren muchos de los supervivientes de la catástrofe, que dejó 15.854 muertos y 3.276 desaparecidos.
El muñeco de peluche automatizado está disponible para los residentes del poblado de viviendas prefabricadas temporales que ha sido instalado en un estadio de béisbol en esta ciudad en la que barrios enteros fueron pulverizados por el tsunami. Kesennuma es un importante centro de pesca de atún y de tiburón en la prefectura de Miyagi.
Paro emite chillidos, baja la cabeza, cierra los ojos y mueve las aletas cuando se le acaricia. También responde a los sonidos.
“Es importante que los evacuados mantengan la comunicación. Esperamos que Paro la favorezca”,
dice Kazuhiro Kojima, de 39 años, un investigador del Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología Industriales Avanzadas, situado en Tsukuba (unos 70 kilómetros al noreste de Tokio), donde ha sido desarrollado.
“En una casa prefabricada es muy difícil tener una mascota. Paro les proporciona una sensación de afecto”,
asegura. Para muchos supervivientes, es un sustituto de los animales que perdieron arrastrados por las aguas.