jueves, 25 de octubre de 2012

Una variante genética contra el arsénico sugiere que la evolución humana continúa

La adaptación humana es sensible al contexto, sugiere una investigación realizada por científicos suecos. Los resultados de este estudio han revelado la prevalencia de una variante genética que metaboliza el arsénico de forma más eficiente y menos tóxica, en poblaciones de los Andes que durante miles de años han consumido agua potable con altos niveles de este veneno. El descubrimiento señala que la evolución humana sigue adelante, afirman los investigadores.
Adaptación sensible al contexto
Según los investigadores, más del 66 % de los individuos argentinos estudiados portaban una variante genética que acelera el metabolismo del arsénico, frente al 50 % de los individuos peruanos y apenas el 14 % de los individuos pertenecientes a otros grupos indígenas.
“Se observó que las personas que viven en las regiones montañosas de Argentina metabolizaban el arsénico de una forma inusualmente eficiente”,
afirma la profesora Broberg, especialista en medicina del trabajo y medioambiental.
“Esto significa que la toxina abandona el organismo de forma más rápida y menos tóxica en lugar de acumularse en el tejido”.
La revista ScienceOmega publica que los resultados de este estudio demuestran que la evolución sigue teniendo importancia en la humanidad moderna.
En esta misma revista, Broberg afirma que el hecho de que la población analizada haya llegado a metabolizar de manera más efectiva este tóxico supone, además, que la adaptación (biológica) es sensible al contexto.
En cuanto a la evolución en marcha del ser humano, las conclusiones de este estudio coinciden en parte con las alcanzadas por una investigación realizada con los registros de 6.000 personas finlandesas nacidas entre 1760 y 1849, en la que se determinó que la selección natural sigue teniendo lugar en nuestra especie y que por lo tanto la humanidad continúa evolucionando, al igual que las demás especies.