viernes, 19 de octubre de 2012

Diminutas criaturas usaban las moscas a modo de aviones hace 16 millones de años

Sorprendentes imágenes de un ámbar, incluida una grabación en vídeo realizada con un escáner de tomografía computerizada (TC), constituyen la primera evidencia de una criatura usando una mosca adulta como medio de transporte.
Las imágenes fueron captadas por investigadores de la Universidad de Manchester, que afirman que esta forma de transporte podría darse también en la actualidad, aunque nunca antes haya sido registrada.
En las imágenes se ve cómo un diminuto colémbolo (una orden de artrópodos hexápodos cercana a los insectos) se encuentra situado sobre una depresión con forma de “V” de la base de una de las alas de una mosca de mayo. En ellas parece que el colémbolo se autoprotege del desplazamiento usando sus antenas prensoras.
Cómo fueron tomadas las imágenes
David Penney y sus colaboradores de la Facultad de Ciencias Biológicas y de la Escuela de Materiales de dicha Universidad usaron un escáner TC de alta resolución para aplicar 3.000 rayos X al objeto estudiado, desde distintos ángulos. A partir de estas tomas, los científicos realizaron imágenes 3D del colémbolo y análisis exactos de su comportamiento.
Curiosamente, cuando las imágenes 3D del colémbolo en ámbar es magnificada, es posible ver que este está levemente desprendido (a solo 50 micrómetros) de la mosca. Esto sugiere que estaba intentando saltar hacia fuera del ámbar, a medida que era rodeado por la resina.
Por otra parte, el estado de conservación casi perfecto de la mosca de mayo demuestra que murió instantáneamente, y que se quedó allí donde la resina la detuvo.
Igualmente, la posición del colémbolo sobre la parte trasera de la mosca y el hecho de que estuviera en contacto con ella, significa que los dos ejemplares no fueron reunidos por la resina, sino que estaban ya juntos previamente.
Sobre los resultados obtenidos, Penney señala en un comunicado de la Universidad de Manchester que: “Las imágenes son realmente impresionantes. Este método pionero de estudio de los fósiles nos ha proporcionado una comprensión del comportamiento de uno de los organismos más predominantes del mundo”.