El Gobierno de Australia ha admitido este miércoles su "negligencia" en la preservación de la Gran Barrera de Coral, que ha perdido la mitad de sus praderas coralinas en los últimos 30 años por efecto de la depredación, los temporales y el calentamiento global.
"Supongo que el estudio ha tenido el efecto de una onda de choque en muchos hogares de Australia",
ha declarado el ministro de Medio Ambiente australiano, Tony Burke, en la televisión pública australiana. El ministro afirma que actualmente hay medidas de conservación pero admite que ha habido
"negligencias durante décadas".
"Los arrecifes coralinos generan millones de dólares en ingresos turísticos cada año y por tanto, la preservación es una cuestión tanto ecológica como económica. Tenemos la responsabilidad de ocuparnos de ello, y el estudio [sobre los efectos de la devastación] es un llamamiento a que no podemos simplemente dejar las cosas como están",
añadió Burke.
