Mediante un pequeño y compacto laboratorio han empleado la bacteria Cupriavidus metallidurans para transmutar el cloruro de oro, una sustancia tóxica que se puede encontrar en la Naturaleza, en oro puro al 99%.
Mediante esta alquimia microbiana esa bacteria, que ha demostrado ser tremendamente resistente a la mencionada sustancia tóxica (hasta 25 veces más resistente de lo que se pensaba previamente) se la alimenta con el cloruro de oro y al cabo de una semana de “digestión” el “residuo” excretado resulta ser el preciado metal. Básicamente podría resumirse diciendo que la bacteria de marras come..caca y produce.. oro.Al final todos los alquimistas medievales estaban buscando en el lugar equivocado. La piedra filosofal no era un mineral sino un bichito, esa diminuta y hasta ahora ignorada bacteria.