miércoles, 16 de octubre de 2013

Científicos descubren una forma de engañar a la tercera ley de Newton

Acción y reacción:
por cada fuerza que actúa sobre un cuerpo, este realiza otra de igual intensidad pero de sentido contrario. Es básicamente lo que explica la tercera ley de Newton y que damos por válida desde finales del siglo XVII.
Y lo es. Salvo porque varios científicos han descubierto una forma de "engañar" a esta ley y, de paso, dar lugar al posible desarrollo de equipamiento electrónico mucho más veloz.

Científicos e investigadores de la Universidad Erlangen-Nuremberg, en Alemania, han llevado a cabo un experimento con el que lograron que la luz se acelere por sí misma. No ha sido sencillo. Para conseguirlo tuvieron que experimentar con fotones, partículas que no tienen masa, y aplicar una forma de masa negativa, un estado que los científicos creen que no existe. Y ahí está el truco y la forma en la que este experimento engaña a la tercera ley de Newton. ¿Cómo?


Los científicos básicamente enviaron una serie de pulsaciones láser a través de dos aros de cable de fibra óptica (uno más largo que el otro - ver gráfico debajo, en inglés), que se conectan en un punto. A medida que las pulsaciones de luz viajan a diferentes tiempos y longitudes, comparten fotones creando una interferencia que les da lo que se conoce como masa efectiva, parte positiva y parte negativa. En este circuito, las pulsaciones se aceleran en la misma dirección, y no en direcciones opuestas, rompiendo la ley de Newton. Un truco científico tan curioso como complejo.

La cuestión es: ¿qué aplicaciones podría tener la idea de pulsaciones de láser que se auto-aceleran continuamente en la misma dirección? En teoría, podría cambiar cualquier cosa que utilice fibra óptica para funcionar. Este sistema podría hacer los ordenadores y las redes de comunicación, por ejemplo, muchísimo más rápidos y potentes de lo que son en la actualidad. Como siempre, los experimentos son solo un primero paso y esto es de momento solo eso, un experimento. Aunque tal vez el comienzo de una pequeña revolución.