sábado, 5 de octubre de 2013

Confirmado (de nuevo): la piratería no mata el negocio del contenido

Sigue siendo el gran debate: ¿está matando la piratería online al cine, la industria musical o la editorial? Por si había alguna duda, un nuevo informe de la London School of Economics, poco sospechosa de amarillismos, lo deja claro: no hay pruebas que demuestren una caída en ingresos en la industria del entretenimiento debida a las descargas ilegales.


El informe intenta asesorar el gobierno de Reino Unido en sus actuales y futuras leyes sobre copyright. Y habla de la industria musical en concreto. Explica que, en contra del argumento de las productoras y distribuidoras sobre el daño de la piratería en su negocio, no hay evidencia de tal cosa.

A nivel mundial, los ingresos totales de la industria musical (compras digitales, venta en soportes físicos, conciertos y distribución) se han estancado en los últimos años, pero principalmente debido a la caída en ventas de CDs y vinilos. Y esa caída es por puro cambio tecnológico, no por piratería. Según Bart Cammaerts, profesor de la LSE y uno de los autores del informe:

Al contrario de lo que se tiende a creer, la industria musical no está en declive terminal, sino que todavía se mantiene y tiene beneficios saludables. Los ingresos por las ventas digitales, servicios de suscripción y conciertos en directo compensan la caída en ingresos por la venta de CDs y discos.

Y también habla del cine:

A pesar del argumento de la Asociación Cinematográfica de Estados Unidos (MPAA, en inglés - el lobby de las productoras) de que la piratería online está devastando la industria del cine, Hollywood obtuvo unos ingresos récord en taquilla en 2012 de 35.000 millones de dólares, un 6% más que en 2011.

El informe menciona además otras investigaciones que demuestran que la gente que descarga contenido online acaba gastando mucho más dinero en entretenimiento que quienes se descargan poco o nada. La LSE asegura además que medidas legislativas restrictivas de las descargas online (como las puestas en práctica en Francia) no son tan efectivas como aseguran los lobbies de productoras y distribuidoras. Frente a lugares comunes y opiniones infundadas, siempre viene bien mirar a las cifras. Este informe ayuda justo en eso.