miércoles, 3 de octubre de 2012

Cada día se generan 2 exabytes

Todo aquel que lleva un teléfono inteligente se convierte en un sensor humano. Esto fue uno de los puntos de partida del equipo de una ambicioso proyecto colaborativo, The Human Face of Big Data , que terminó  despues de siete días recopilando los datos de voluntarios alrededor del planeta.
Se trataba de ponerle rostro a esa cantidad de información no estructurada, que no está en las bases de datos, llamada Big Data en la jerga especializada, y que va perfilando nuestra vida.
A través de una aplicación para Android e iOS, que se podía descargar a los teléfonos móviles se registraron los datos pasivos del usuario, como qué tanta distancia recorrió o la velocidad promedio.
O el momento del día en el que se está más aislado o se es más social, basado, por ejemplo en esos “apretones de manos cibernéticos vía bluetooth”,
explicó Rick Smolan , quien impulsó la idea como cocreador de la serie Day in the life.
Detrás del proyecto estaba la empresa de tecnología, EMC, que enfrenta el desafío del crecimiento exponencial de los datos, lo que reseña cada año en el estudio El universo digital.
Arturo Benavides , director de EMC latinoamérica, dice que han encontrado que hasta el año 2000 se generaron 2 exabytes de información. La historia digital sigue creciendo: desde 2011 esta medida de los 2 exabytes sigue generándose, pero cada día.
Lo que han registrado es que esta explosión de datos no proviene de bases de datos con unos y ceros, fáciles de estructurar, sino de cualquier otra fuente: desde sensores sísmicos hasta la información en las redes sociales.
En virtud de la conectividad, un automovil, nuestra casa o el cuerpo puede emitir información. Y allí está el foco no solo de los investigadores sino de las empresas que empiezan a recolectarlos y a unirlos con inteligencia de negocio para volverse más productivos.
Al final de este experimento colaborativo, los datos anónimos estarán disponibles para los investigadores, científicos y educadores. Ellos creen que en el Big Data está el potencial para resolver problemas de la humanidad: desde curar enfermedades a preservar recursos como el agua.