El veneno de la mamba negra, la serpiente más venenosa de África, podría utilizarse como un analgésico al haberse revelado tan potente como la morfina, pero sin sus efectos secundarios. La sustancia tóxica que inocula este animal, conocido por el nombre científico de 'Dendroaspis polylepis polylepis', contiene unos péptidos que los investigadores han bautizado como 'mambalgins' y que, al inyectarlos en ratones, produjeron una analgesia tan fuerte como el popular narcótico.
La ventaja frente a la tradicional morfina es que los roedores a los que se les inoculó no sufrieron algunos de los efectos adversos más comunes del opiáceo. No tuvieron dificultades respiratorias, ni somnolencia, explicó la investigadora Anne Baron, del Instituto de Farmacología Molecular y Celular de Valbonne (Francia), principal autora del artículo, publicado en 'Nature'
