viernes, 5 de octubre de 2012

Las células madre adultas alteran su epigenoma para generar tejidos y órganos diversos

Un equipo dirigido por Manel Esteller, del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL), ha identificado los cambios epigenéticos que tienen lugar en las células madre del adulto para generar distintos tejidos del cuerpo humano.

The American Journal of Pathology publica el hallazgo identificado por el equipo de Esteller, director del Programa de Epigenética y Biología del Cáncer del IDIBELL.
Las células madre del adulto, según recoge la agencia SINC, tienen un enorme potencial para regenerar órganos dañados y su uso evita las complicaciones éticas que implican las células madre embrionarias, así como los problemas técnicos derivados de las células madre inducidas.
En el estudio, los autores aislaron células madre a partir de la grasa corporal y las transformaron en células del músculo y del hueso. A continuación, se propusieron conocer cuánto se parecían las células creadas en el laboratorio con las que están presentes en un individuo, y si eran suficientemente seguras biológicamente para poder ser implantadas en personas enfermas.
Resultados obtenidos

El trabajo demuestra que el epigenoma de las células obtenidas en cultivo se asemeja considerablemente al de las células musculares y óseas presentes de forma espontánea en la naturaleza, aunque no son totalmente idénticas.
Un punto clave de la investigación es que las células del músculo y del hueso producidas en el laboratorio no poseen el epigenoma tumoral de los tumores derivados de esos tejidos (rabdomiosarcoma y osteosarcoma, respectivamente) por lo que son seguras desde un punto de vista biológico.
Para Esteller, el estudio
“demuestra la utilidad de la epigenética para determinar el grado de madurez y bioseguridad de los tejidos diferenciados usados en medicina regenerativa contra distintas enfermedades”.
La ortografía del cuerpo
El genoma de todas las células del cuerpo humano es el mismo, independientemente de su aspecto y funciones. Por tanto, no puede explicar completamente la actividad de los tejidos y órganos ni sus trastornos en enfermedades complejas como el cáncer. Parte de la explicación la proporciona la epigenética, que se define como
"la herencia de la actividad del ADN que no depende de la secuencia estricta del mismo".
Es decir, que si la genética fuera el abecedario, la epigenética sería la ortografía. La epigenética se refiere a modificaciones químicas en nuestro material genético y en las proteínas reguladoras del mismo. La marca epigenética más reconocida es la adición de un grupo metilo al ADN. De esta forma, el epigenoma supone la obtención de todas las marcas epigenéticas de un ser vivo.