lunes, 30 de abril de 2012

Evolucionar en una isla propicia la prolongación de la vida

Registros fósiles proporcionan las primeras evidencias de una mayor longevidad de las especies en los ambientes isleños .
Investigadores del ICP han hecho públicas las primeras evidencias que apoyan una teoría evolutiva del envejecimiento, según la cual las especies que evolucionan en ecosistemas con baja mortalidad y con una limitación de recursos tienden a ser más longevas. Un paradigma de estos ambientes son las islas. El hallazgo fue realizado a partir de registros fósiles.
Los sistemas insulares funcionan a menudo como laboratorios naturales para poner a prueba hipótesis evolutivas, dado que son menos complejos que los sistemas continentales.

El aumento de la longevidad de las especies endémicas de islas es una adaptación que predice la teoría evolutiva del envejecimiento, en el marco de una estrategia evolutiva que las empuja hacia un ciclo de vida más lento, debido a la ausencia de depredadores y a la limitación de recursos.
En este contexto, Xavier Jordana y el resto de investigadores que firman el trabajo que publica la edición online de Proceedings of the Royal Society B se preguntaron si el aumento de la altura de los dientes en los herbívoros endémicos de islas podría ser una respuesta evolutiva a esta longevidad. Esto cuestionaría el consenso que hasta ahora explicaba este rasgo morfológico principalmente a partir de diferencias en la dieta y el clima.
La conclusión del trabajo "Evidence of correlated evolution of hypsodonty and exceptional longevity in endemic insular mammals" es que sí, que Myotragus balearicus, la especie fósil escogida para este estudio, necesitaba unos dientes más altos para llegar a vivir tantos años. La hipsodoncia, como denominan los expertos al hecho de tener una corona dental más alta, puede ser un indicador de especies más longevas.