Se suele decir que lo bonito es disfrutar del camino y no llegar al destino. Posiblemente el que lo dijo nunca tuvo que hacer 400km para ir a veranear en un seiscientos con toda tu familia en pleno agosto, o lo mismo era un fans de los puzzles que se justificaba a sí mismo cuando finalmente colocaba la última pieza y se daba cuenta de que el puzzle ya no daba para más. Pero ahora gracias a una empresa alemana y la “magia” de la realidad aumentada, tus puzzles cobrarán vida al terminarlos.
Bueno, vida lo que se dice vida, no mucha, pero sí cierta posibilidad de interacción. Ravensburger, que para nuestra tranquilidad se dedica a fabricar puzzles y no al negocio de la comida rápida, plantea incluir en cada uno una aplicación para iOS.
Está aplicación comprobará cuando al puzzle no le falte ninguna pieza y desbloqueara funciones acordes con la temática del puzzle. De esta forma, en uno de un paisaje submarino veremos peces dando vueltas y otros como en los de ciudades tendremos panoramas.
Ya están disponibles en Europa por 15 euros, lo que no es precisamente barato para un puzzle de 1.000 piezas y que nos hace pensar si la aplicación que traen es realmente gratuita como pone en la caja.
Si al menos incluyeran aplicaciones útiles para hacer un puzzle, como un detector de piezas de esquina y bordes, un clasificador automático por colores o tal vez música relajante para cuando te desesperes por no encontrar esa maldita pieza con una cara o cuando poco a poco te das cuenta que hay demasiados huecos para tan pocas piezas sueltas.
Bueno, vida lo que se dice vida, no mucha, pero sí cierta posibilidad de interacción. Ravensburger, que para nuestra tranquilidad se dedica a fabricar puzzles y no al negocio de la comida rápida, plantea incluir en cada uno una aplicación para iOS.
Está aplicación comprobará cuando al puzzle no le falte ninguna pieza y desbloqueara funciones acordes con la temática del puzzle. De esta forma, en uno de un paisaje submarino veremos peces dando vueltas y otros como en los de ciudades tendremos panoramas.
Ya están disponibles en Europa por 15 euros, lo que no es precisamente barato para un puzzle de 1.000 piezas y que nos hace pensar si la aplicación que traen es realmente gratuita como pone en la caja.
Si al menos incluyeran aplicaciones útiles para hacer un puzzle, como un detector de piezas de esquina y bordes, un clasificador automático por colores o tal vez música relajante para cuando te desesperes por no encontrar esa maldita pieza con una cara o cuando poco a poco te das cuenta que hay demasiados huecos para tan pocas piezas sueltas.
