viernes, 9 de agosto de 2013

Científicos logran avances hacia una vacuna contra la malaria

Los científicos han logrado avances hacia una vacuna altamente eficiente contra la malaria, una enfermedad que infecta a más de 200 millones de personas y mata a un millón por año en todo el mundo, según un artículo que publica la revista Science.

Gran número de los casos de malaria se deben al parásito Plasmodium faliparum (Pf) transmitido a los humanos por la picadura de los mosquitos infectados. La nueva vacuna solo puede administrarse por vía intravenosa, a diferencia de las vacunas más comunes que se inyectan por vía intramuscular o intradermal o se infunden por la nariz, pero abre la senda a una prevención de la malaria que podría aplicarse extensamente.


La vacuna, conocida como PfSPZ, la desarrollaron científicos de la firma Sanaria, en Rockville (Maryland, Estados Unidos). La evaluación clínica la condujeron investigadores del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas en colaboración con el Instituto Walter Reed de Investigación, del Ejército, y el Centro Naval de Investigación Médica.

Hasta ahora la única protección duradera contra la malaria ha sido permitir que los mosquitos portadores de esporocitos Pf, las células que se desarrollan en la glándula salival del mosquito Anófeles, piquen a los humanos estimulando su inmunidad. Por más de cuatro décadas los científicos han sabido de la eficacia de este proceso, pero no podían avanzar la técnica más allá de la picadura de mosquito porque no podían manufacturar parásitos suficientemente debilitados como para usarlos en una vacuna inyectable, pero vivos y activos metabólicamente.

Procedimiento
En la prueba inicial participaron voluntariamente 57 adultos sanos, con edades de 18 a 45 años, que jamás habían tenido malaria. Cuarenta de los participantes recibieron la vacuna y 17 no la recibieron.Para evaluar la seguridad de la vacuna, algunos de los participantes recibieron cuatro dosis de la vacuna completa de esporocitos y otros recibieron cinco. Seis de los voluntarios que recibieron cinco dosis intravenosas no contrajeron la malaria cuando quedaron expuestos al parásito, en tanto que tres de los nueve que recibieron cuatro dosis sí contrajeron la enfermedad.

Cuanto mayor fue el número de dosis más anticuerpos específicos de los esporocitos pudieron detectarse en la sangre de los participantes. El nivel de protección de esta vacuna experimental sólo se había alcanzado anteriormente mediante la inmunización con el esporocito Pf completo a través de la picadura de mosquito.


Los autores del artículo advirtieron de que se necesitan más estudios para determinar cuánto durará la protección de esta vacuna y cuán efectiva podría ser contra otras cepas del parásito Plasmodium falciparum. Asimismo, señalaron que queda por verse si una vacuna que ha de administrarse por vía intravenosa puede usarse de manera amplia entre las poblaciones que más la necesitan.