martes, 13 de agosto de 2013

Si buscas pareja... haz una entrevista de trabajo al candidato

No todo el mundo está hecho para ser tu media naranja. ¿Sabes lo que quieres? Silvia Congost, psicóloga especializada en el tratamiento de la dependencia emocional, y autora del libro
«Cuando amar demasiado es depender» (Editorial Oniro),
explica que durante sus sesiones, siempre explica a sus clientes que conocer a un posible candidato a ser nuestra pareja debería ser como una entrevista de trabajo.

«Antes de nada, debes tener clarísimo lo que estás buscando, qué requisitos, qué características, qué perfil debe tener el candidato, cómo debe ser, pensar, comportarse, trabajar, relacionarse, etc. Todo lo que creas necesario para el puesto tan importante que ofreces».


Cuando tienes eso claro, prosigue, lo ideal es «entrevistarle/a» para identificar si encaja o no con el perfil que buscas. Si posee o no las características que para tí son determinantes.
«Evidentemente, no hace falta que vayas con la libreta en la mano, pero si lo tienes presente y diáfano en tu cabeza, cuando detectes aspectos que no encajan, sonará un pitido en tu interior que te dirá ¡error!, y entonces sabrás que debes descartar a esa persona»,
asegura Congost.

Quedar al pairo
En cambio, cuando no somos conscientes de lo que buscamos o no nos permitimos pedir lo que deseamos, y además tenemos una baja autoestima, continua esta experta, podemos caer con mayor facilidad en una dependencia emocional.
«Y la cruda realidad es que esto es justo lo que hacemos con más frecuencia»,
señala.
«No nos ayudan a que nos hagamos preguntas de este tipo, a que reflexionemos sobre lo que buscamos o queremos encontrar en los demás. Vamos a la deriva y en función del viento. Está claro que así difícilmente llegaremos a buen puerto»,
sentencia.

Congost describe lo que nos ocurre:
«Cuando alguien se acerca y se interesa, todo nuestro mundo emocional se revoluciona, se altera y se vuelve loco. Ilusión, excitación, adrenalina, felicidad... todo lo que soñábamso y teníamos tanto miedo de no encontrar, se manifiesta delante de nuestros ojos. Si encaja o no con la idea que teníamos no importa en absoluto, puesto que en caso necesario pensamos que ya lo haremos encajar nosotros».
«Nos produce una alegría tan grande, que cuando empezamos a ver aspectos contradictorios y negativos, los disfrazamos para justificar que aquello merece la pena, que es maravilloso y que tiene mucho sentido seguir apostando por ello».

De esta forma, concluye esta psicóloga,
«permitiendo lo no permisible, aceptando lo no aceptable y actuando en contra de nuestros valores es como empezamos a deteriorarnos cada vez más, y cada día nos cuesta más aceptar que debemos salir de esa relación».