viernes, 9 de agosto de 2013

‘Der Spiegel’ sitúa el origen de la Coca-Cola en un pueblo de Valencia

"La firma española que inspiró la Coca-Cola”.
Es el título de un reportaje publicado hoy por la revista alemana Der Spiegel, que se hace eco de las reivindicaciones de Juan Micó, un veterano empresario de Aielo de Malferit (Valencia). Micó asegura que la multinacional estadounidense no hizo sino copiar la fórmula de su producto, robándoles su lugar en la historia y privándoles de pingües beneficios.

La bebida que se produce actualmente en las modestas instalaciones levantinas es
“Nuez de Kola Coca”,
un licor dulce cuya fórmula estuvo supuestamente en el origen de la exitosa bebida norteamericana y que sigue atrayendo a visitantes de todo el mundo.

La historia es la siguiente.
La primera versión de la Nuez de Kola Coca fue inventada hace más de 120 años por los fundadores de la fábrica Micó, nacida en 1880. Los tres emprendedores, Bautista Aparici, Ricardo Sanz y Enrique Ortiz, arrancaron con licores que portaban nombres tan sugerentes como Perfecto Amor, Lágrimas de Contribuyente o Placer de Damas.

Aparici era el encargado de las ventas y viajaba por todo el mundo promocionando sus productos. En 1885 se desplazó a Philadelphia con una nueva bebida en su equipaje. La Kola Coca, hecha a base de la nuez de kola africana (rica en cafeína) y hojas de coca peruana, pronto le hizo ganar un premio a la innovación como los que había cosechado en Milán en 1881 y en Chicago en 1883. Más adelante, la original bebida sería también galardonada en Londres y París.

Durante su viaje a Philadelphia, Aparici distribuyó muestras de Kola-Coca entre varios representantes de ventas y, coincidencia o no, un año después John Pembelton presentó su nueva invención: Coca-Cola. “En aquellos días era muy fácil copiar una bebida”, cuenta Micó. “Sólo se registraban patentes una vez que el producto tenía éxito”. La Nuez de Kola Coca fue patentada finalmente en España en 1903, pero para entonces la Coca-Cola ya había iniciado su camino a la gloria en Estados Unidos.

Sin embargo, ese registro no fue en vano, aunque tuviera que pasar medio siglo para comprobarlo. Cuando en 1953 Coca-Cola decidió entrar en el mercado español, se vieron obligados a visitar la factoría de Aielo de Malferit para comprar los derechos a Joaquín Juan Sanchís, el propietario en aquellos días. Se cree que el pacto se cerró en torno a las 30.000 pesetas, pero no existen registros de la transacción.

La empresa sólo mantuvo el derecho a seguir fabricando la versión alcohólica de la Kola Coca, un licor dulce que se puede mezclar con leche o agua.
“Si al menos se hubiera pactado un diminuto porcentaje de sus beneficios, ahora seríamos millonarios”,
se lamenta Micó, que compró el negocio en 1971, cuando contaba con 40 empleados.

A día de hoy, el mayorista sólo da trabajo a cuatro personas y el futuro no parece muy halagüeño.
“El negocio está complicado en estos días, ahora sólo es una afición. Queremos mantener viva la tradición, pero ya no es una inversión”.

Una historia sin final feliz que ha llevado el lado más emprendedor y creativo de los españoles a las páginas del mayor semanario de Europa.