miércoles, 28 de agosto de 2013

¿Qué tienen en común el pie de un humano y el de un chimpancé?

De acuerdo con una investigación llevada a cabo en la Universidad de Liverpool (Reino Unido), los mecanismos del pie humano no son tan únicos como se pensaba hasta ahora. En un nuevo estudio basado en el análisis de más de 25.000 pasos publicado por la revista Proceedings of the Royal Society B, los científicos han demostrado que, a pesar de haber abandonado la vida en los árboles hace mucho tiempo, los pies de los humanos han conservado una enorme flexibilidad, similar a la de los pies de grandes simios, como los orangutanes y los chimpancés, que siguen siendo, en gran medida, arborícolas.

Según los científicos, cuando nuestros antepasados pasaron de los árboles al suelo no se adaptaron a la vida en la tierra tanto como otros animales que viven a ras de suelo suelo, entre ellos caballos, liebres y perros. A pesar de convertirnos en habitantes casi exclusivamente de la tierra firme, nuestra especie ha mantenido la flexibilidad en los pies para poder hacer frente eficazmente a las diferencias entre terrenos duros y suaves que nos encontramos al recorrrer largas distancias a pie.