lunes, 12 de agosto de 2013

La cocaína reduce la grasa corporal

Una nueva investigación sugiere que el consumo crónico de cocaína puede reducir la capacidad del cuerpo para almacenar grasa debido a los profundos cambios metabólicos que produce en el cuerpo.
Los científicos han señalado que el consumo de cocaína puede generar cambios en el metabolismo resultando en un dramático aumento de peso durante el proceso de recuperación. Estaba ampliamente aceptado que la cocaína suprimía el apetito y que el problema del aumento de peso durante la rehabilitación tenía que ver con la sustitución de comida por droga.

«Nuestros hallazgos desafían el extendido supuesto de que los cocainómanos perdían peso por la supresión del apetito.Además, el aumento considerable del peso posterior a la abstinencia no es solo motivo de sufrimiento personal sino que tiene profundas implicaciones en la salud y en la recuperación del enfermo», aseguró Karen Ersche, de la Universidad de Cambridge.

Los investigadores evaluaron a 60 hombres para analizar sus cuerpos, sus dietas y sus hábitos alimentarios. La mitad de los hombres de la muestra tenían dependencia a la cocaína mientras la otra mitad, no. También se midió la leptina, una hormona que juega un importante rol en la regulación del apetito.

Pérdida de peso pese a la ingesta
Los investigadores descubrieron que los cocainómanos solían preferir alimentos de alto contenido graso además de carbohidratos y de hecho, solían tener comportamientos de ingesta descontrolada. A pesar de esto, solían experimentar pérdida de peso y su grasa corporal era considerablemente reducida respecto al grupo de control. Los niveles de leptina eran bajos en los usuarios consumidores de cocaína y estaban asociados a la duración del consumo de la droga.

Los resultados sugieren que si los cocainómanos comen en exceso en fechas previas al proceso de recuperación, no ganan peso. Como resultado, cuando los consumidores de cocaína en un proceso de recuperación discontinuo comen en exceso (ahora sin los efectos de la cocaína en su metabolismo) sí ganan peso.

El doctor Ersche asegura:
«Parece que el abuso de la cocaína interfiere directamente en los procesos metabólicos y reduce la grasa corporal. Este desequilibrio entre la ingesta de grasas y el depósito de grasas puede explicar por qué los individuos ganan peso cuando dejan de consumir cocaína».

«Para mucha gente ganar peso es desagradable pero para las personas en recuperación, va más allá de una cuestión estética ya que supone problemas psicológicos y fisiológicos. Es muy importante que conozcamos los efectos de la cocaína en el comportamiento alimentario y en los cambios de peso en el cuerpo para apoyar mejor a los drogodependientes en su recuperación»,
concluyó el doctor.