martes, 7 de enero de 2014

Portátiles, cocinas, bicicletas... Bienvenidos a la era de los 'gadgets' solares

No sabemos si los androides sueñan con ovejas eléctricas, pero las personas sí parecen hacerlo con gadgets solares. El ser humano siempre ha sentido fascinación por el sol; más allá del reciente boom de las energías limpias, quizás sea una razón latente que explique la moda de los dispositivos solares.
Superada la fase de escepticismo, cuando no pasaban de ser una extravagancia, más cerca del capricho que de la utilidad, en los últimos años se ha definido un perfil de nuevos productos basados en la energía solar que empiezan a hacerse un hueco en el mercado.

Por una cuestión de capacidad, la nueva generación de gadgets solares no puede competir en el mismo nivel, pero cada vez abarcan más aplicaciones. En algunos prototipos, más ambiciosos, queda un largo camino para ver la tecnología en las tiendas, pero ya existe una gran variedad de productos solventes, además cada vez más eficientes, uno de los principales retos de la ciencia en cuanto a energías limpias.

Desde electrodomésticos a ordenadores
No son los electrodomésticos de nuestros hogares, donde resultaría imposible cargarlos directamente, pero empiezan a surgir las primeras versiones solares portátiles de aparatos complejos. Uno de los electrodomésticos más interesantes del año pasado fue GoSun, una cocina solar para llevar a cuestas que puede preparar la comida en veinte minutos, a una temperatura máxima de 371°C.

Perfecta para las escapadas, como las gorras-linterna de Light Cap. Los anteriores necesitan el sol, pero en el mercado podemos encontrar algunos aparatos de uso cotidiano que funcionan también con luz artificial, desde básculas de cocina y maquinillas de afeitar hasta teclados de ordenador como el Solar K750 de Logitech.

Las primeras marcas han comenzado a interesarse por los dispositivos solares. LG ha presentado el primer aire acondicionado preparado para funcionar con energía solar, e incluso Volvo cuenta con un interesante proyecto, The Pure Tension Pavilion para dotar a los conductores de un kit solar para no quedarse nunca tirado.

Está lejos el día en que Apple comercialice un IPhone solar, pero no resulta descabellado como opción a largo plazo. De momento, ya existen algunos ordenadores portátiles que obtienen la energía del sol.

Una de las opciones más solventes es el Sol Laptop, basado en Ubuntu, a un precio de 350 dólares y con una autonomía de diez horas tras dos de carga según los fabricantes.

Para llevar encima
El sector de los cargadores portátiles de energía solar es el más explotado por las marcas y las insituciones, que también se han subido al tren iniciando proyectos piloto para incorporar cargadores solares en determinados espacios de la ciudad como un servicio ciudadano, por ejemplo para cargar el móvil.

Además de los generadores solares de electricidad, como el SolarPod, en el mercado hay un amplio abanico de cargadores más pequeños. Uno de los más populares es el SunStash, nacido en Kickstarter, que puede cargar varios dispositivos a la vez, aunque también están de moda las mochilas que incorporan paneles solares.

Precisamente, ese parece el futuro de nuestra ropa, en la línea de la
"electrónica ubicua"
que postulan científicos como el español Tomás Palacios. En ese sentido, los científicos del Instituto Avanzado de Ciencia y Tecnología de Corea está desarrollando una batería de litio que se instala en la tela de la ropa. Incluso existe un bikini para recargar el móvil con energía solar, aunque todavía habrá que esperar para verlos en las tiendas.

Los más útiles
Entre los más útiles del mercado, con aplicaciones más reales, están auriculares inalámbricos y solares como On Beat; o amplificadores para smartphones como los Soulra, especiales para iPhone, con autonomía hasta de cinco horas.

También es una apuesta interesante el proyecto de bicicleta solar Velosphere E-Bike, impulsado por el diseñador Sencer Ozdemir, aunque a pequeña escala se pueden comprar accesorios más pequeños para ciclistas, como las luces solares Pixio, de la empresa holandesa Rydon.

Para el hogar, son una buena idea los sencillos The Window Socket, enchufes solares con una ventosa incorporada para poder pegarlos en cualquier ventana; o las bombillas en la línea de las Solar Bulb, en este caso inspiradas por el proyecto social Un litro de luz.

Pendientes de su llegada al gran consumo, los gadgets solares ya están protagonizando en el tercer mundo una pequeña revolución, permitiendo acceder a la energía eléctrica a decenas miles de personas.

Es el caso del impacto que están representando en la educación en África las lámparas solares. A alto nivel, la NASA cuenta con un robot en Groenlandia (GROVER) que se mueve con energía solar, pero también existen dispositivos que cumplen tareas de primera necesidad como el desalador de agua del italiano Gabriele Diamanti, que ha bautizado como eliodoméstico.