miércoles, 8 de enero de 2014

Un 2% de nuestros genes son neandertales

La teoría de la evolución humana ha vuelto a ver temblar sus cimientos con la publicación en la revista Nature del análisis del genoma del Homo Neanderthalensis, cuya mezcla genética indica que esta especie se apareó con nuestros antecesores directos hace 50.000 años. A tenor de los resultados, el mestizaje no se produjo únicamente con el Homo Sapiens, sino que se dio también con el resto de grupos de homínidos que convivieron en Europa y Asia durante miles de años.
El Instituto de Antropología Evolutiva del Max Planck (Alemania), precursor del hallazgo, ya había publicado en 2010 un primer borrador del genoma de los neandertales que mostraba evidencias de hibridación entre las primeras especies de homínidos. Los científicos recompusieron la secuencia genética del hombre de Neandertal a partir del dedo fosilizado de una mujer hallado en una cueva de las Montañas Altai, en Siberia.

El análisis del genoma ha revelado un mestizaje entre el homínido extinto y el hombre moderno hace 50.000 años. La exogamia prehistórica no se queda ahí, ya que los neandertales también mezclaron su sangre con los denisovanos, una especie arcaica conocida sólo por su secuencia genética obtenida a partir del hueso de un dedo encontrado en la misma cueva siberiana. Los resultados muestran además que el ADN de las tres especies de homínidos conocidas que habitaron Eurasia en el Pleistoceno tardío contiene secuencias que no corresponden a ninguno de ellos, lo que sugiere que convivieron con una cuarta especie humana que aún no ha sido descubierta.

La investigación concluye que la cópula entre individuos de distintas especies era habitual entre los antecesores del ser humano y que, a causa de ese pretérito cruce, portamos un 2% de genes neandertales.