jueves, 30 de enero de 2014

Un matemático andaluz desconocido es el mejor científico de datos del mundo

El matemático José Antonio Guerrero (Cádiz, 1961) es pintor, pero sus óleos son los datos. El lienzo sobre el que trabaja cada noche hasta el amanecer, después de su jornada laboral oficial, es el ordenador de su casa, en Sevilla, donde de forma obsesiva y anónima, como los artistas auténticos, ha pintado una serie de modelos predictivos que le han convertido en el mejor científico de datos del mundo.
Sus predicciones matemáticas son, a su modo, obras de arte:
"Lo más parecido a mi trabajo sería el impresionismo. Muchas veces vas dando pasos intermedios definiendo y calculando variables, construyendo modelos parciales. El conjunto sólo toma pleno sentido cuando se mira desde una cierta perspectiva",
cuenta el escurridizo Guerrero, inédito aún -salvo este post de Soraya Paniagua- en las búsquedas de Google. Sin duda, forma parte del reducido grupo de personas que pueden encontrar la belleza en el big data.

El andaluz, que se gana el pan trabajando en el Hospital Universitario Virgen del Rocío como técnico de bases de datos, es un completo desconocido fuera de los círculos especializados, pero si visitamos Kaggle, la plataforma que agrupa a una comunidad global de 130.000 científicos de datos, hallaremos su rostro sonriente en el número uno del ranking, por delante de japoneses, estadounidenses, brasileños o europeos.

- ¿José Antonio, y qué demonios es un científico de datos?
Es una persona con fundamentos en matemáticas, estadística y métodos de optimización, con conocimientos en lenguajes de programación y que además tiene una experiencia práctica en el análisis de datos reales y la elaboración de modelos predictivos.

De las tres características quizás la más difícil es la tercera; no en vano la modelización de los datos se ha definido en ocasiones como un arte. Aquí no hay reglas de oro, y cada conjunto de datos es un lienzo en blanco.