jueves, 13 de diciembre de 2012

Un modelo matemático sugiere que la homosexualidad tiene un origen epigenético

La ciencia lleva años intentando explicar la homosexualidad humana, una condición que no parece tener sentido desde el punto de vista de la evolución darwiniana. El último intento ha sido el realizado con un modelo matemático que combinó la teoría evolutiva con conocimientos sobre expresión génica. Sus resultados sugieren que la homosexualidad se hereda de padre a hija y de madre a hijo, pero no a través de los genes..
La epigenética, es el modo en que se regula la expresión de los genes mediante interruptores temporales llamados “epimarcas”.
La ciencia y la condición homosexual

Desde hace tiempo, la ciencia se afana por entender el origen de la homosexualidad humana. Desde el punto de vista neurobiológico, en 1991, el neurocientífico estadounidense Simon LeVay, publicó un artículo en el que se describía una diferencia en el porcentaje del tamaño y volumen del tercer núcleo intersticial del hipotálamo anterior (INAH3) entre hombres homosexuales y heterosexuales, aclarando que este es más grande en heterosexuales en comparación al hallado en cerebros homosexuales.
Otros estudios en este terreno han señalado que durante los seis primeros meses de vida gestacional, se establece una impronta de carácter sexual en el encéfalo y que en dos etapas subsecuentes e importantes, durante los dos primeros años de vida y la adolescencia, existen cambios de gran actividad hormonal que pueden consolidar la forma en que cada individuo ejerce su sexualidad.
Desde el punto de vista evolutivo, en 2010, una investigación realizada en Samoa, una sociedad en la que los homosexuales varones tienen un papel muy definido, sugirió que los tíos solteros asegurarían la supervivencia de sus sobrinos y, así, la perpetuación de sus genes familiares.
Según los autores de este estudio, de la Universidad de Lethbridge, en Canadá, aunque el importante papel de los hombres homosexuales haya sido olvidado en la sociedad occidental, podría estar en el origen de la aparición de la homosexualidad masculina, hace eones de años.
La ciencia también ha argüido causas ambientales en el origen de la homosexualidad. En este sentido, los resultados de un estudio realizado con 3.826 parejas de gemelos suecos en 2008 señalaron que las influencias del entorno, incluido el entorno del vientre materno, podría jugar un papel más importante que los genes en la orientación sexual de los individuos.
En este estudio, el 5% de los hombres y el 8% de las mujeres afirmó haber mantenido al menos una relación sexual homosexual en sus vidas. Las respuestas de los participantes fueron sometidas a un modelo matemático que permitió deducir que los genes explicarían sólo en un 36% las diferencias en la orientación sexual de los hombres, y tan sólo en un 18% la orientación sexual de las mujeres.