viernes, 11 de enero de 2013

Cuatro bulos estadísticos sobre la salud

En 1993, Lisa Holst escribió un artículo acerca de lo sencillo que es difundir un bulo por Internet y puso como ejemplo una absurda cifra estadística: que cada persona se traga accidentalmente ocho arañas al año, habitualmente mientras duerme. Lo sorprendente es que aquella idea que Holst criticaba se convirtió en un mito que aún circula hoy en día.
Que los solteros tienen mejores relaciones sexuales que los casados es otra falsa creencia bastante popular. Los últimos estudios y encuestas sugieren que en torno a un 40% de las personas casadas mantiene relaciones dos veces por semana, frente a solo el 20% de las personas solteras. Y el 40% de las mujeres casadas se siente sexualmente satisfechas frente al 30% de las que no tienen pareja estable. Si a esto le añadimos que las personas felizmente emparejadas tienen menos problemas de hipertensión, según un estudio de la revista Annals of Behavioral Medicine, y que quienes nunca han contraído matrimonio tienen más riesgo de muerte prematura, estadísticamente todo apunta a que el matrimonio nos sienta bastante bien.
Los suicidios no aumentan durante las vacaciones navideñas, como solemos pensar. Es más, diciembre es el mes con menos suicidas, según demostraba un estudio británico publicado hace unos años en la revista Psychiatry Research. Las cifras más altas de muertes autoinfligidas coinciden con la primavera y verano.
Al cumplir los cincuenta no somos más infelices, sino todo lo contrario. Según un estudio publicado en PNAS, los adultos que superan el medio siglo de vida son generalmente más felices, experimentan menos estrés y se preocupan menos que los veinteañeros. Según Arthur Stone, psicólogo de la Universidad Stony Brook de Nueva York (EE UU). La ira y el estrés descienden progresivamente desde la juventud hasta la madurez, mientras que la felicidad y la capacidad de divertirnos aumentan al cumplir medio siglo. En cuanto a las preocupaciones, se mantienen bastante constantes hasta los 50 años de edad, momento en que empiezan a decaer. En definitiva, la crisis de los cincuenta es otro mito.