martes, 22 de enero de 2013

Un material impermeable en el que los líquidos rebotan

Los autores del trabajo (científicos de la Universidad de Michigan), publicado en Journal of the American Chemical Society, han señalado que, además de ropa resistente a las manchas, el recubrimiento podría permitir crear prendas no herméticas que protejan a los soldados y científicos de las sustancias químicas o avanzadas pinturas impermeables que reduzcan drásticamente la fricción contra el agua en los buques, entre otros ejemplos.

"Prácticamente cualquier líquido que se arroje en este material rebota sin mojarlo",
ha indicado la autora principal de la investigación, Anish Tuteja. Según ha indicado,
"en muchos revestimientos similares, los líquidos de muy baja tensión superficial, tales como los aceites, alcoholes, ácidos orgánicos, bases y solventes orgánicos se adhieren y podrían comenzar a difundirse a través de ellas, y eso es lo que se ha evitado ahora".
La investigadora y su equipo evaluaron a más de 100 líquidos y solo encontraron dos que fueron capaces de penetrar el revestimiento, ambos clorofluorocarbonos, productos químicos utilizados en refrigeradores y acondicionadores de aire.
En el laboratorio de Tuteja, en una demostración, la superficie fue capaz de repeler café, salsa de soja y aceite vegetal, así como tóxico clorhídrico y sulfúrico, que pueden quemar la piel. Tuteja dice que es también resistente a la gasolina y diversos alcoholes.
Una mezcla gomosa
Para aplicar el recubrimiento, los investigadores utilizan una técnica llamada electrospinning, que utiliza una carga eléctrica para crear partículas finas de sólido a partir de una solución líquida. Hasta el momento, se han revestido pequeños recuadros de material y partes de tela del tamaño de un sello de correos.
La investigadora ha explicado que el recubrimiento es una mezcla de gomosas partículas de plástico polidimetilsiloxano (polydimethylsiloxane o PDMS), y cubos a nanoescala resistentes a los líquidos, desarrollados por la Fuerza Aérea norteamericana, que contienen carbono, flúor, silicio y oxígeno. En este sentido, ha apuntado que la química del material es importante, pero también lo es su textura.
Así, ha indicado que el nuevo material se abraza a la estructura de poros de cualquier superficie a la que se le esté aplicando, y también crea una red más fina dentro de los poros. La estructura implica que entre el 95 y el 99 por ciento de la capa está formada, en realidad, de bolsas de aire, por lo que cualquier líquido que entra en contacto con el revestimiento apenas toca superficie sólida.
Debido a que el líquido toca meros filamentos de la superficie sólida, en lugar de un área mayor, el recubrimiento desarrollado puede reducir drásticamente las fuerzas intermoleculares que normalmente atraen entre sí a los dos estados de la materia.
"Normalmente, cuando se acercan dos materiales, éstos impregnan una pequeña carga positiva o negativa en el otro, y tan pronto como el líquido entra en contacto con la superficie sólida empieza a propagarse", dijo Tuteja, que ha explicado que en este estudio se
"ha reducido drásticamente la interacción entre la superficie y la gota"