miércoles, 18 de diciembre de 2013

12 tecnologías reales que la ciencia-ficción no ha explorado a fondo

La ciencia-ficción siempre ha tratado sobre la realidad, y la realidad en la que vivimos hoy en día es, a su vez, digna de ciencia ficción. A nuestro alrededor vemos continuamente tecnologías que cambiarán radicalmente el mundo en una o dos décadas y que, sin embargo, quizá no tienen el tratamiento que merecen en la literatura de ciencia-ficción. Aquí van algunas de esas tecnologías.
Con lo de que no reciben el tratamiento que merecen no queremos decir que no hayan sido tocadas nunca, sino que no abundan demasiado. Es frecuente leer sobre futurismos extremos como la teletransportación, o los viajes en el tiempo y , sin embargo, estos otros temas mucho más inmediatos parecen haber escapado en buena medida a las plumas de los escritores.

Reconocimiento facial
Hablamos a todas horas de la vigilancia invisible, y del auge del estado policial. Nuestros movimientos ya son registrados pero ¿Qué pasará cuando el reconocimiento facial sea realmente preciso, y la capacidad de almacenamiento y análisis de vídeo en tiempo real sea lo suficientemente potente? En otras palabras, ¿Qué pasará cuando cualquier persona en, por ejemplo, un vídeo porno pueda ser identificada y enlazada automáticamente a su perfil en la red social de turno? ¿Cómo será un mundo en el que no haya privacidad, y cada pequeña indiscreción pasada pueda ser del dominio público?

Drones
Es sencillamente asombrosa la rapidez con la que los drones se han adueñado de los titulares de actualidad. Hace unos pocos años eran apenas un experimento militar o un juguete geek, y ahora hasta Amazon habla de ejércitos de esos vehículos autónomos repartiendo sus envíos. Si seguimos a esa velocidad ¿Qué nos espera dentro de 10 o 20 años? Los drones muy bien podrían asumir funciones policiales o médicas.

Rastreo y publicidad online
Ya hoy la mayor parte del contenido en internet se financia a través de la publicidad. La obtención de información de audiencias es parte fundamental de esta maquinaria, ya que permite afinar mejor los mensajes comerciales. Dentro de esta obtención de información los sistemas de registro de los usuarios son la opción más extendida. ¿Y si vamos un paso más allá? ¿Y si a alguien en el futuro próximo se le ocurre pedirnos más información sobre nosotros para permitirnos acceder a una web determinada? Todo parece indicar que ya hemos llegado a un punto en el que la información es el bien más valioso, y los internautas no somos el destinatario del mensaje, somos el producto que se compra y vende.

El yo cuantificado
Cada vez tenemos más dispositivos que miden todo lo que hacemos: lo que comemos, a dónde vamos, con quién vamos, y hasta nuestra actividad física. Y nosotros nos prestamos alegremente a dar esta información a cambios de recompensas virtuales gamificadas. No es difícil imaginar un futuro en el que esa cuantificación personal sea continua y en tiempo real. No es complicado imaginar un futuro en el que, lo queramos o no, nuestros hábitos de vida sean registrados y medidos a mayor gloria de la salud y la calidad de vida. Será un futuro complicado para disfrutar de malas costumbres.

Circuitos a flor de piel
Ya están entre nosotros, y son el futuro de los dispositivos que se llevan puestos o "wearables". Las Google Glass son cosa del pasado. El futuro está en dispositivos tan pequeños que nos convertirán en ciborgs sin que apenas se note. El hecho de que haya dispositivos que se puedan introducir en el organismo (incluso sin que el infortunado huesped se de cuenta), y se disuelvan sin dejar rastro después de haber cumplido su función solo hace este futuro aún más inquietante.

Riego solar y Biocarbón
No todo va a ser cultivos transgénicos y devastación del ecosistema a mayor gloria de la explotación de los recursos naturales del planeta. En algunos puntos del mundo, el riego por energía solar está permitiendo convertir en cultivables zonas áridas que no lo eran. Por su parte, el Biocarbón es un carburante alternativo y ecológico ideal para pequeños granjeros. ¿Llegaremos a un punto en el que los actuales métodos de producción sean sustituidos por nuevas formas de cultivo? ¿Cómo serán las granjas del futuro?

El proyecto del ecosistema humano
No somos un ser vivo. Somos un complejo ecosistema habitado por millones de microorganismos que se benefician de nosotros y nosotros de ellos. En los últimos años se ha avanzado mucho en el conocimiento de esta biodiversidad que vive en nuestro interior. En un futuro próximo la medicina podría aprender a manipular esos microorganismos para combatir enfermedades o modificarlos con otros fines.

Metamateriales que nos hacen invisibles
Hace ya cinco años que los científicos anunciaron el primer metamaterial que, de una forma muy rudimentaria, tenía el mismo efecto que la capa de desaparecer de Harry Potter. La nanotecnlogía ha impulsado estos materiales de refracción negativa y no pasará mucho tiempo antes de que logren un dispositivo que realmente permita ocultar objetos o personas. Aunque el mito del hombre invisible está muy trillado, quizá no hemos hablado lo suficiente de las implicaciones reales que podría tener una tecnología que literalmente permita esto.

Bioelectrónica
La creación de dispositivos utilizando componentes biológicos podría hacer palidecer en poco tiempo las obras de ciencia-ficción más delirantes. Una de las posibilidades más reales es la del uso de virus sintéticos o modificados para la fabricación de componentes electrónicos. Ya se usan bacterias para desarrollar materiales de electrónica a escala nanométrica. Puede que en poco tiempo los laboratorios que producen los dispositivos que consumamos tengan trabajadores que no se vean sin un microscopio.

Baterías que se alimentan de ti
En 2011, los científicos ya presentaron un nanogenerador que se alimentaba del movimiento de nuestro propio organismo y al que le bastaban los latidos de nuestro corazón para funcionar. El propio concepto de batería podría ser mucho más biológico que electroquímico en el futuro. Si un dispositivo como un móvil puede alimentarse de la energía que generamos, ¿Qué le impedirá convertirse en algo que podamos llevar puesto permanentemente, como un marcapasos?

Hacking financiero
El dinero que manejamos cada vez circula más por redes de información, y ya hasta tenemos monedas que surgen directamente de la potencia de cálculo, como los BitCoin. Pronto, los ataques de los Hackers podrían tener como objetivo los propios pilares financieros del sistema. Quizá conceptos como ataques DDOS a una moneda determinada puedan estar a la vuelta de la esquina.

Modificación genética a la carta
Tecnologías como la inserción de código genético mediante la técnica denominada Crispr ya son una realidad. Crispr se basa en utilizar una encima llamada Cas9 como "bisturí" con el que cortar el ADN en el punto preciso para introducir cadenas nuevas. La técnica abre la puerta al tratamiento de decenas de enfermedades genéticas, pero también plantea un dilema ético y no pocas preguntas sobre qué pasará cuando empecemos a reescribirnos a nosotros mismos.