sábado, 28 de diciembre de 2013

Elon Musk, el joven mago de Tesla Motors que sacó petróleo de los coches eléctricos

Se llama Tesla Motors, es un fabricante californiano de vehículos eléctricos y guarda cierto paralelismo con la trayectoria de Apple. Solo unos datos para ponerles en antecedentes: fabrica los únicos coches eléctricos capaces de hacer más de 400 kilómetros sin recargar las baterías, vende todo lo que fabrica y tiene lista de espera, pero lo más importante es que su cotización ha pasado de 17 dólares por acción en 2010, cuando salió a Bolsa, a superar los 155 dólares al cierre del jueves 26 de diciembre y creciendo casi un 3% diario.


La famosa firma de ordenadores de Cuppertino ha experimentado un crecimiento exponencial, y en este momento es la empresa con un mayor valor bursátil en el mundo, con casi medio billón de euros. Pero Tesla, por supuesto a otra escala y teniendo en cuenta que solo lleva tres años de cotización, es casi igual de espectacular.

Su origen también es bastante parecido. Si Steve Jobs y sus más estrechos colaboradores crearon Apple en un garaje donde montaban placas base y otros componentes para fabricar un innovador ordenador personal, los del equipo fundador de Tesla, con Elon Musk a la cabeza, han hecho algo parecido: juntarse para desarrollar un coche eléctrico muy innovador.

Elon Musk es un genial empresario, como también lo fue Jobs, cuya fortuna personal según la revista Forbes, es de 4.700 millones de euros. Una cantidad que se ha duplicado en el último año como consecuencia de la subida de las acciones de Tesla Motors y del buen funcionamiento de otra de sus empresas geniales, SolarCity, especializada en la producción de paneles solares. El principio de su gran fortuna la consiguió al vender Paypal, compañía que él mismo fundó, a e-Bay en el año 2002.

El máximo responsable de Tesla lo que quiere es poner en marcha un proyecto completo de coche eléctrico de verdad, utilizable cada día y viable. Musk es un físico estadounidense nacido en Pretoria, Sudáfrica, en el año 1971 y un gran emprendedor. Tiene en estos momentos cuatro o cinco ambiciosos proyectos en marcha, pero siempre está inventando nuevas ideas y formas de ponerlas en marcha. Y es que de la misma forma que desde hace meses se habla de la posibilidad de que Apple compre Tesla e incorpore a Musk en su cúpula directiva, en las últimas semanas también se especula con que Musk quiera vender Tesla Motors a General Motors o a Ford. Sin duda es un hombre genial y por ello imprevisible.

Pero volvamos a Tesla Motors. Si el primer Macintosh fue la revolución del ordenador personal, en el caso del Tesla es la revolución del coche eléctrico. En la actualidad, los vehículos eléctricos tienen una autonomía máxima de 200 kilómetros, y eso con unas baterías muy pesadas y caras. Tesla ha supuesto una revolución en la forma de entender el coche eléctrico.

Su primer modelo, el Roadster, era un vehículo basado en un Lotus Elise, con una carrocería y otros componentes mecánicos fabricados por la propia Lotus, pero con la cadena cinemática, motor, caja de cambios y transmisiones, transformada en un sistema eléctrico. Lo sorprendente es que este coche, que se presentó en el Salón de San Francisco en el año 2006, tenía una capacidad de aceleración de 0 a 100 km/h en 3,9 segundos y su autonomía era de 360 kilómetros.

En el año 2012 se lanzó al mercado un nuevo modelo de Tesla, el Model S, un vehículo todavía más separado de lo que, para el resto de fabricantes de automóviles, representa el concepto del coche eléctrico. Una berlina de cinco metros, que ofrece la posibilidad de poner otras dos plazas para niños en el sentido contrario a la marcha, lujosa y amplia, pero con una velocidad de 212 km/h. Lo mejor es que su autonomía llega hasta los 412 kilómetros. Y no hay ni un solo coche eléctrico que pueda mostrar unas cifras ni siquiera parecidas a éstas.

El poder de sorprender de la marca instalada en Palo Alto no se queda ahí. El próximo año la marca norteamericana lanzará una variante todocamino de su Model S, el Model X, del que ya se han visto algunas imágenes. Pero lo que será realmente rompedor es el concepto del coche urbano en el que ya trabajan en la compañía. Un coche de dimensiones compactas, con una gran autonomía y con un precio de acceso de 25.000 dólares.

Y esa si será la verdadera revolución del coche eléctrico, como la que en su momento puso en marcha Apple, primero con los ordenadores personales, pero después con el i-Pod, el i-Phone, el iPad…

Al igual que Apple con sus equipos y sus sistemas operativos, Tesla también guarda escondidas sus principales armas, el cómo conseguir que mientras los otros fabricantes tienen coches con una autonomía de 200 kilómetros, en sus vehículos esta cifra aumenta hasta los 400 km. De momento, se puede hablar de precio, porque un Model S cuesta más caro que otro coche eléctrico, pero cuando se venda un compacto con gran autonomía por 25.000 dólares, las cosas cambiarán.

Apple puso en marcha hace ya muchos años otra forma de entender la vida con sus i-Pod, i-Phone o i-Mac, pero Tesla busca hacer exactamente lo mismo con el mundo del automóvil: no solo hacer coches eléctricos sino ofrecer un nuevo contexto para el uso del vehículo.

Hace unas semanas, Tesla Motors ha inaugurado el corredor de la costa Oeste de Estados Unidos. Un recorrido con supercargadores puestos por la marca en puntos estratégicos que aseguran que un conductor de un Tesla puede viajar de Vancouver, en la frontera con Canadá, hasta Tijuana, en México, al volante de su coche y sin el menor problema.

Estos supercargadores, que son gratuitos para los clientes de Tesla, permiten recargar el 80% de las baterías en 20 minutos. Es decir, que un conductor de un Tesla Model S puede recorrer 300 kilómetros, parar 20 minutos a tomar un café, rellenar sus baterías y seguir otros 300 kilómetros. Vamos, que Tesla hace viable ya el coche eléctrico.

Los planes para los cargadores no son solo para Estados Unidos, porque Tesla tiene una proyección a nivel mundial. En el caso de España, lo previsto es que a finales de 2014, o en 2015, pueda haber en funcionamiento un corredor entre Barcelona, Madrid y Lisboa en el que cada 300 kilómetros haya un supercargador de Tesla… y gratuito para los clientes de la marca.

La proyección de la empresa Tesla es realmente brutal. Si en tres años sus acciones se han multiplicado por 10, esto no ha hecho más que empezar. El pasado mes de octubre hubo muchos rumores sobre la posibilidad de que Apple comprara Tesla Motors. Para la compañía informática sería importante en un momento bajo tras la muerte de su fundador Steve Jobs y en el que la lucha con Samsung está cada día más encarnizada.

Apple, la compañía con mayor capitalización bursátil del mundo, tiene dinero de sobra para poder comprar Tesla, pero lo que no queda muy claro es cuál sería el papel de Elon Musk, el presidente de Tesla. En un momento en el que los actuales directivos de Apple han perdido parte de su carisma, la llegada de un hombre muy carismático como es Musk podría remover los cimientos de la propia Apple.

En noviembre también ha habido un acercamiento de Daimler hacia Tesla Motors. La compañía alemana ya tiene un paquete accionarial de Tesla, pero ahora parece interesada en ampliar los acuerdos. La razón fundamental es que BMW ya tienen su vehículo 100% eléctrico, el i3, mientras que Mercedes no tiene un proyecto avanzado de coche eléctrico para comercializar, aunque si tiene muchos estudios y prototipos.

Tres coches incendiados
La compañía Tesla ha sufrido una pequeña tormenta cuando el NHTSA norteamericano, encargado de la seguridad en las autopistas en Estados Unidos puso en marcha una investigación sobre la seguridad de los vehículos Tesla, en concreto el Model S. Este informe se activó tras producirse el incendio de tres vehículos de la marca en condiciones extrañas.

Tras un concienzudo estudio el NHTSA ha confirmado las cinco estrellas del Model S y le considera como uno de los vehículos más seguros en Estados Unidos, lo que ha vuelto a relanzar la compañía norteamericana.

Y con ello, las acciones de la empresa con sede en Palo Alto han comenzado una senda alcista. Las acciones, que llegaron a rozar la barrera de los 200 dólares por título en septiembre pasado, cayeron drásticamente tras conocerse el caso de los incendios hasta los 120 dólares. Y tras el anuncio del informe muy positivo del NHTSA sobre la seguridad del Model S nuevamente han retomado la senda alcista, superando el pasado viernes los 155 dólares por acción y creciendo cerca de un 3% diario.