Aunque no lo parezca, el vehículo de la foto es una autobús urbano que no sólo no emite polución sino que además filtra la existente en el ambiente.
Lo fundamental, que es no emitir gases contaminantes, lo logra gracias a sus motores eléctricos acoplados a cada una de sus cuatro ruedas. Permitiéndole además de tracción a las cuatro ruedas, una conducción segura, limpia y silenciosa.
Las baterías con las que se alimentan dichos motores cuentan con ánodos de nano titanio. La verdad es que no tengo ni idea de como funcionan dichas baterías, pero suena “mu chulo”.
Por último su diseñador, Krassi Dimitrov, pensó que si el bus era capaz de no contaminar, por qué no hacer que incluso elimine la polución ambiental. Dicho y hecho, gracias a unos filtros especiales en su carrocería es capaz de filtrar las partículas contaminantes mientras circula por la ciudad.
La idea de tener vehículos que vayan filtrando el aire a su paso parece genial, ojalá se haga realidad.
