viernes, 21 de mayo de 2010

La ciencia consigue una «vida» artificial

En 1995, cuando el biólogo norteamericano John Craig Venter secuenció por primera vez el genoma de una bacteria, anunció que no pararía ahí. Cuatro años más tarde impulsó el «Proyecto Genoma», en 2000 se convirtió en «padre» del genoma humano y en 2002 anunció su intención de crear «una nueva forma de vida» artificial. Ahora Venter acaba de anunciar que ha conseguido su sueño: ha logrado controlar una célula bacteriana con un genoma sintético. Algo que, de acuerdo con el investigador, es tanto como haber «fabricado la primera célula sintética». Así lo publica en el último número de la revista «Science», donde asegura también que el hallazgo contribuirá a solventar problemas «ambientales y de energía», entre otras aplicaciones.
En concreto, el equipo de investigadores del Instituto Craig Venter en Rockville, Maryland y San Diego, California (EE UU), ha conseguido sintetizar químicamente el genoma de la bacteria mycoplasma mycoides. Ya había conseguido el primer genoma sintético de una bacteria en enero de 2008, pero en esta ocasión agregaron secuencias de ADN para distinguir ese genoma de uno natural. Después, implantaron el genoma artificial (compuesto de un único cromosoma) en una célula bacteriana, de manera que controlaron totalmente la célula con el nuevo genoma.
Una vez hecho público el experimento, surgen nuevas incógnitas. Además de las posibles aplicaciones, ahora la discusión está en saber si la célula de Venter se puede considerar una «vida artificial». Para el biólogo está muy claro. «Ésta es la primera célula sintética que se ha creado, y la llamamos sintética porque se deriva totalmente de un cromosoma sintético, hecho con cuatro tipos de sustancias químicas, un sintetizador y empezando con información en un ordenador». Asimismo, señala que esto será «una herramienta muy poderosa para definir qué queremos que haga la biología».
Los investigadores también son conscientes de las implicaciones éticas del proyecto. «Se trata de un paso importante, tanto científica como filosóficamente. Esto, ciertamente, cambia mi definición de la vida y mi visión de cómo se desarrolla la vida».
Célula primaria natural
Sin embargo, no está tan claro que la célula de Venter sea una nueva «vida». De hecho, el propio artículo de «Science» se titula «Primera célula controlada por un genoma sintético», pues sólo el material genético está creado en el laboratorio, pero la célula primaria es natural.
César Nombela, catedrático de Microbiología de la Universidad Complutense de Madrid, considera que «no se trata de una célula artificial». Explica que no sólo se ha utilizado una célula natural como soporte, sino que, para sintetizar el ADN de la bacteria y ensamblar las partes del cromosoma se han empleado materiales naturales, como la levadura.
En cualquier caso, el equipo de Venter ha prometido que el experimento tendrá utilidades prácticas en el futuro. Algas que capturan el dióxido de carbono, biocombustibles y mejoras en la producción de vacunas están entre los posibles usos de esta «vida» de laboratorio.
Sin embargo, otros científicos, como el profesor de Oxford Julian Savulescu, alertan de que los riesgos irán «en paralelo». Savulescu indicó a la cadena BBC que habrá que impedir «el mal uso», incluso por parte de terroristas, de esta tecnología, con la que se podría fabricar «el arma biológica más poderosa».
Recrear la vida en laboratorio
Para su investigación, el equipo de científicos sintetizó el genoma de una bacteria llamada M. mycoides, a la cual agregaron secuencias de ADN para distinguir ese genoma de otro natural. Las colonias azules (en la imagen, arriba) indican que se ha producido un trasplante del genoma sintético con éxito en una célula bacteriana