Decía Groucho Marx que la felicidad está hecha de pequeñas cosas.
Un pequeño yate, una pequeña mansión, una pequeña fortuna… una pequeña piscina hinchable adosada a tu pequeño yate. Cualquier no se declara marxista siguiendo estos principios.
A primera vista puede parecer algo absurdo llevar una piscina portátil en un yate, cuando ya estás rodeado por todas partes de la mejor piscina del mundo, pero los caprichos están hechos para los caprichosos… o para los que quieren bañarse en el mar sin que los peces les hagan cosquillas en los pies o las medusas les provoquen dolorosos recuerdos de verano.
Lejos de la costa y de la arena y las algas, en alta mar, donde llegamos con una embarcación, el mar aún nos puede deparar sorpresas no demasiado agradables en forma de algunas especies marinas, como las medusas, que pueden truncar con su simple roce un delicioso día de lobos de mar.
MagicSwim es una piscina con un borde hinchable y un fondo microperforado de PVC. El borde hinchable hace que flote sobre las olas y el fondo microperforado permite la entrada (y salida) del agua marina pero impide que algo más nos acompañe en nuestro baño. Un compresor de aire hinchará el invento un unos 5 minutos y adosándolo a la parte trasera de la embarcación dispondremos de una piscina donde disfrutar de lo mejor del agua del mar sin algunas de sus potencialmente peligrosas o incómodas consecuencias.
Una pieza flotante en el centro de la piscina, de la que queda suspendido el fondo, hace que sea posible caminar por el interior de la misma, con lo cual podrás decir que haces pie en medio de alta mar.
