martes, 4 de mayo de 2010

¡No enchufes la batería para cargarla, sólo apunta bien!


Actualmente, vivimos en una época donde tener acceso a la electricidad es prácticamente indispensable. Sin embargo, en muchos lugares aún no es posible acceder a la electricidad directamente, aunque sí con baterías, pero… ¿a dónde enchufarlas cuando se acaban? La solución propuesta por unos ingenieros de Corea del Sur pasa por recargar las baterías con agua salada… o con orina.
Las baterías, pensadas especialmente para el ejército, están basadas en las famosas y polémicas baterías de Bagdad que, según algunos investigadores fueron inventadas hace más de 2000 años. Las nuevas baterías, no obstante, hacen reaccionar el sodio de los líquidos anteriormente mencionados con las placas de magnesio del interior de las baterías. Según parece, estas baterías serían capaces de alimentar un ordenador portátil durante 4 horas. Eso sí, esperemos que estas baterías estén bien protegidas contra olores o es posible que aumenten las deserciones por intentar usar aparatos eléctricos en cualquier parte.