lunes, 13 de febrero de 2012

Crean un “sismógrafo” para la predicción de tsunamis financieros

Permite medir las interconexiones entre los mercados de todo el mundo y generar una alerta precoz para la detección y gestión de crisis expansivas.
En la “aldea global” en la que vivimos, las arcas de cada país están más interconectadas que nunca con las de otros países. Por eso, tal como está demostrando la actual crisis, una caída económica en cualquier nación puede afectar a todo el planeta. Para intentar evitar estos desastres, un equipo de investigadores de la Universidad de Tel Aviv ha desarrollado un “sismógrafo” de mercado, un método que permite medir las interconexiones entre los mercados de todo el mundo, y generar una alerta precoz para la detección y gestión de crisis expansivas. Para desarrollar su método, los investigadores analizaron el mercado de acciones de seis de los principales mercados del mundo (Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Japón, China y la India), desde principios de 2000 y hasta 2010. A partir de este análisis, elaboraron un mapa de la relación entre los grupos accionistas más importantes de cada país. El mapa reveló por ejemplo que, a excepción de China, que tiende a operar de forma independiente, entre el resto de los mercados estudiados existe un patrón de interdependencia.
Otro factor de alerta detectado por la física
Curiosamente, la noticia del sismógrafo económico desarrollado en la Universidad de Tel Aviv ha coincidido con la publicación de otro estudio reciente, llevado a cabo por físicos de la Universidad de Miami en Coral Gables, Estados Unidos, cuyos resultados también aportan una nueva clave de alerta de crisis financiera, aunque sólo a nivel local. En esta otra investigación se constató que un aspecto fugaz y poco comprendido de los mercados, bautizado por los autores del estudio como “fractura”, podría ser usado como alarma.
Según publica Newscientist, estas fracturas se producen cuando el precio de una acción sube o baja brevemente, a menudo antes de volver a su nivel original. Este proceso ocurre tan rápidamente (a veces dura menos de medio segundo) que se vuelve invisible para cualquiera que siga la fluctuación de precios. Pero, con la expansión del uso en los mercados de algoritmos capaces de hacer negocios automatizados en cuestión de milisegundos, estas “fracturas” se han generalizado. Los autores del presente estudio señalan este factor como medio de alerta de crisis financieras porque, en su análisis, realizado a partir de datos de 60 mercados diferentes durante el periodo 2006-2010, se constató que la media de fracturas diarias se incrementó una semana antes de la crisis del mercado de acciones de septiembre de 2008, así como en otros momentos bursátiles críticos.