jueves, 2 de febrero de 2012

A punto de llegar a un lago que lleva enterrado 20 millones de años

Oculto bajo más de 5 kilómetros de hielo coronados por las acogedoras nieves árticas ha permanecido este lago durante 20 millones de años. Con lo tranquilo que estaba y ahora llegan a molestar los descendientes de aquellos monetes primigenios que circulaban por el planeta cuando empezó a cubrirse de nieve. Además de sacar de allí agua helada cosecha del mioceno los científicos podrían descubrir formas de vida que han permanecido inalteradas 200.000 siglos.
El lago Vostok, situado en la Antártida, es el tercer depósito de agua dulce de mayor tamaño del planeta y está a punto de recibir por primera vez desde hace 20 millones de años una visita desde el exterior.
Es el argumento perfecto para comenzar una peli de terror o un best seller de la siempre socorrida literatura aeroportuaria en la que se encuentra una sanguinaria criatura de tiempos remotos o unas ruinas y al final todo sale mal y se salva el mundo en el ultimo momento.
Lo más probable es que en aquel lago no esté ni la Atlántida ni una ciudad de descendientes de los Dioses Primigenios lovecraftianos. Los científicos que están llevando a cabo la perforación que permitirá acceder a esa recóndita reserva del ayer se enfrentan ahora a la parte más delicada de la prospección, el tramo final en el que deberán extremar las precauciones para no contaminar las inalteradas aguas del lago Vostok, aguas que permanecen en estado liquido bajo tan enorme volumen de hielo gracias al calor del núcleo terrestre.
La investigación de las posibles formas de vida que pueda haber allí será sin duda de una importancia histórica pudiendo arrojar nueva luz sobre la naturaleza de extremófilos y de posibles formas de vida que puedan albergar exoplanetas o algunas lunas heladas de Júpiter o Saturno.