Si observáis con atención el testigo luminoso de, por ejemplo, el teclado inalámbrico de Apple, detectaréis que cuando está encendido se percibe un punto luminoso que parece salir de la propia superficie metálida del mismo, pero cuando está apagado nada hace suponer que ahí está dicho punto de luz.
Esto sucede porque en ese punto la superficie está microperforada de manera que a través de los pequeños y espaciados agujeros puede verse la luz que procede de un LED ubicado en el interior del teclado. Se trataría de evolucionar dicha tecnología para aplicarla al célebre logo de la manzanica mordía que aparece en la parte externa de la pantalla de los portátiles Apple.
Esta patente, además, añade la posibilidad de graduar la intensidad de la luminosidad de dichas superficies microperforadas pero, lo que resulta más interesante, es que hace posible la existencia integrada de superficies sensibles al tacto en esas zonas susceptibles de iluminarse de manera que estaríamos hablando de zonas multitáctiles y luminosas aparentemente invisibles puesto que gracias a esas microperforaciones tendrían el mismo aspecto que el resto de la carcasa del dispositivo.
Las posibilidades son variadas, puesto que además de servir para novedosos diseños de indicadores y testigos pueden dar lugar a toda una nueva generación de superficies táctiles como touchpads, ratones o interruptores que harían gala de una particular estética al resultar indistinguibles de la parte del dispositivo “no activa”.
Aunque en la práctica se podría denominar “invisibles” a estas zonas lo cierto es que variando el ángulo de observación y con la iluminación exterior adecuada podría distinguirse esa área microperforada así como el contorno de los indicadores, pero seguro que su aspecto resulta atractivo.
